Según las víctimas, les practicaban abortos a la fuerza y en avanzado estado de embarazo. Algunos de los bebés fueron extraídos vivos de sus úteros, posteriormente asesinados y sus cuerpos desaparecidos.
Los testimonios de al menos 27 mujeres excombatientes de las Farc que fueron reclutadas siendo menores de edad y que integraron diferentes bloques permitieron establecer un nuevo patrón criminal de este grupo armado ilegal: desaparición forzada y asesinato de bebés recién nacidos.
De acuerdo con las desgarradoras declaraciones de las víctimas, a estas mujeres les practicaron abortos a la fuerza, en avanzado estado de embarazo, algunos de los bebés fueron extraídos vivos de sus úteros, posteriormente asesinados y sus cuerpos desaparecidos.
Según los relatos de las mujeres, los abortos se realizaban como una práctica sistemática en ese grupo armado.
“Las mujeres de las Farc y del ELN eran reunidas en algunas ocasiones para realizar los abortos, les ponían Cytotec y con una chupa absorbían para sacar los bebes (…) siempre habían 5 o 10 mujeres”, asegura una de las víctimas citadas en el documento.
Casos desgarradores
El documento refiere como el bebé de una excombatiente fue lanzado, aún vivo, al rio Guayabero.
“Con ocho meses de gestación, en contra de su voluntad, le sacaron a su hija y la lanzaron viva al río. En su relato indica que la escuchó llorar, se la arrebataron de sus brazos y la lanzaron al río Guayabero”.
Otra de las excombatientes cuenta que el Mono Jojoy descubrió que estaba en embarazo y ordenó que le hicieran el legrado, le dieron tres pastillas para tomar y otras tres se las introdujeron para abortar, como no se produjo el aborto, le repitieron la dosis.
Ese día les hicieron el legrado a cuatro mujeres más, una con ocho meses de embarazo. Fueron a escondidas a buscar los restos y encontraron a los bebés, en pedacitos. Después de eso, la castigaron poniéndola a ranchar.
En otro de los episodios documentados la mujer víctima cuenta que ocultó el embarazo todo lo que fue posible, hasta cuando el comandante de su columna lo descubrió y la envió para el Frente 40, donde se hacían los abortos.
“Ahí dio la orden que me pusieran la droga para el legrado. Como a las dos de la tarde me empezaron a poner la droga, al otro día como a las nueve de la mañana tuve el niño, era un varón, nació vivo. El médico lo mandó a botar vivo a la basura y yo lo traté mal porque me dio mucha rabia. Lo saqué de la basura y lo tuve en mis manos como media hora hasta que se murió en mis manos”, relató la víctima.
Procuraduría exige investigación
Ante este impactante y atroz comportamiento de las Farc, la Procuraduría General de la Nación pidió a la Jurisdicción Especial para la Paz –JEP- que investigue como nuevo patrón criminal, la desaparición forzada y el asesinato de recién nacidos por parte del grupo armado.
“El Ministerio Público solicita que se investiguen los siguientes hechos: aborto forzado en edad gestacional avanzada; asesinato de neonatos; lesiones dolosas al feto; y, desaparición forzada de neonatos y las facetas de género que se relacionan con estas conductas”, asegura el requerimiento firmado por el procurador delegado ante la JEP, Christian Wolffhügel Gutiérrez.
Entre sus conclusiones, el delegado Wolffhügel Gutiérrez manifiesta que es necesario que se amplíen los criterios de investigación con el fin de que se indaguen a profundidad los cuatro escenarios fácticos analizados, relacionados con el asesinato de neonatos y expuestos por el Ministerio Público, a partir de la información recaudada. En ellos, el carácter territorial y por bloque es fundamental.
“Los hallazgos realizados por el Ministerio Público permiten inferir que no se trató de conductas aisladas o accidentales, que pudieran ser desconocidas por los mandos al interior de las filas, pues los hechos ocurrieron en todo el territorio nacional y en todos los Bloques de las Farc”, concluyó el procurador delegado ante la JEP.
