El hecho, que obligó al cierre de un corredor vial clave para el suroccidente colombiano, ha generado una vez más, llamados urgentes para reforzar la seguridad institucional en la región.
La rutina matinal de Mondomo fue abruptamente interrumpida por una potente explosión. Un vehículo tipo NPR, presuntamente abandonado de manera intencional, fue detonado frente a la estación de Policía, a un costado de la transitada vía Panamericana.
Según los primeros informes de la Secretaría de Gobierno municipal, la detonación dejó un saldo de una persona muerta sin más detalles y al menos veinte heridos, la mayoría civiles que se encontraban en la zona al momento del ataque.
El estallido causó daños severos en la infraestructura policial y en viviendas cercanas, además de obligar al cierre temporal de la vía Panamericana, arteria fundamental para la conexión entre el suroccidente y el centro del país.
Los organismos de socorro y autoridades administrativas locales reaccionaron de inmediato, atendiendo a los heridos y asegurando el área para descartar la presencia de otros explosivos, reportaron medios regionales.
María Luisa Holguín, secretaría de Gobierno de Santander de Quilichao, calificó la situación como “compleja y grave”, y solicitó al Gobierno nacional acciones contundentes para frenar la escalad de violencia en ese municipio.
«Tenemos el reporte de una persona fallecida, tenemos heridos y estamos reaccionando de manera inmediata con los organismos de socorro. La situación es compleja, es grave», comentó la funcionaria, haciendo énfasis en la urgencia de proteger a la comunidad.
Este atentado se suma a otros dos ataques con explosivos registrados en menos de 24 horas en la misma jurisdicción, que han dejado un saldo total de dos víctimas mortales y varios heridos, entre ellos un contratista del sector energético y un suboficial.
Desde el Ministerio de Defensa señalaron que la Fuerza Pública mantiene presencia en la zona y continúa las labores de inspección y aseguramiento, mientras la población permanece en estado de alerta ante la posibilidad de nuevos ataques.
Finalmente, aunque la autoría del atentado no ha sido oficialmente atribuida, en la región operan estructuras armadas ilegales con antecedentes en ataques similares, como las disidencias de las Farc.