La Defensoría del Pueblo denunció que no se han adoptado medidas para evitar el escalamiento de un conflicto en la capital de Bolívar.
La falta de políticas en seguridad ha ocasionado un aumento de la violencia en la ciudad de Cartagena. Así lo dio a conocer la Defensoría del Pueblo que denunció que las amenazas, los asesinatos y los crímenes contra los ciudadanos cada día son más frecuentes.
“Las dinámicas violentas se mantienen, mientras pobladores y líderes están en la mitad de amenazas y homicidios”, manifestó Carlos Camargo Assis, defensor del Pueblo.
Según la Policía Nacional, el año pasado fueron asesinadas 295 personas por disputas entre grupos armados ilegales que quieren controlar este importante distrito, así como Turbaco y Arjona.
Principales amenazas
Según datos de la Defensoría, la presencia de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia es la principal amenaza de los derechos humanos de los pobladores, quienes, afectados por la dinámica criminal de este grupo y la vulnerabilidad social, se han visto expuestos a las consecuencias de posibles alianzas o disputas con otros grupos armados parte del conflicto, como Los Pachenca, el Bloque Costeño, e incluso con grupos de delincuencia organizada.
Precisamente, la entidad avisó a las autoridades acerca de dos situaciones que se estaban gestando: la primera, una disputa entre las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y Los Pachenca por el control territorial de puntos y rutas de embarque y exportación de economías ilegales en Cartagena, y la segunda, posibles disputas o alianzas entre las AGC con otros grupos armados ilegales en proceso de conformación y consolidación para mantener el control territorial.
Explotación laboral y sexual
Además de los asesinatos, en la ciudad caribeña siguen presentándose de manera dramática delitos como la trata de personas con fines de explotación laboral y sexual, afectando a mujeres venezolanas en condición irregular y a población infantil (niñas), y prostitución y utilización de población infantil para la mendicidad ajena.
De igual forma, tanto en los Montes de María como en Cartagena, Turbaco y Arjona están en gran riesgo la población campesina y étnica, los niños, niñas y adolescentes y las mujeres de la subregión, quienes además sufren afectaciones diferenciales por la desigualdad estructural, el racismo y las deudas sociales históricas.
Líderes en riesgo
Líderes sociales de esta zona han denunciado que han sufrido amenazas a través de seguimiento de personas en motocicletas, el envío de panfletos con amenazas, coronas fúnebres o ramos de flores amarrados con una corbata negra; además, les han prohibido la movilización a determinadas horas y en ciertos sectores.
“Son algunos ejemplos de lo que han tenido que sufrir ciudadanos en este importante territorio del país, a causa del accionar indiscriminado de grupos armados ilegales que buscan controlar diversas economías ilícitas y hacen persistir la violencia homicida o aumentan los conflictos entre jóvenes pertenecientes a grupos de pandillas”, señaló Camargo Assis.