La Contraloría identificó varios problemas en la ejecución del proyecto de infraestructura que, de no solucionarse, generaría una inminente pérdida de los recursos invertidos.
La inversión de $71.871 millones que hasta ahora se ha hecho en la construcción del Acueducto Regional La Mesa – Anapoima está en grave riesgo de perderse, advirtió la Contraloría General de la República.
De acuerdo con el ente de control, el peligro se debe a que la culminación y puesta en funcionamiento del proyecto no están aseguradas y dependen de la aprobación de otra reformulación que adicione recursos y prorrogue el término contractual.
Vence el plazo
El contrato tenía prevista como fecha de terminación el 20 de marzo de 2023. Sin embargo, el día 15 de marzo se suscribió una nueva modificación a los contratos de obra e interventoría por tres meses más, es decir, hasta el 19 de junio de 2023. Así las cosas, la Contraloría considera que en ese plazo posiblemente no sería viable cumplir con la entrega total de la obra.
Ante este preocupante panorama, el contralor Carlos Hernán Rodríguez Becerra emitió advertencia al Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, a la Financiera de Desarrollo Territorial S. A. (Findeter) y a las Empresas Públicas de Cundinamarca. Les exigió que adopten las medidas que consideren procedentes para evitar que los riesgos identificados y los daños al patrimonio público se materialicen.
Afectaciones
Son varios los perjuicios que traería el incumplimiento del proyecto. Según la Contraloría, de no poder concluirse se afectará a cerca de 100.000 habitantes de La Mesa y Anapoima que tienen la expectativa de acceder al servicio de agua potable desde el año 2006, como mejora en la calidad de vida.
Igualmente, con las variaciones hechas al proyecto, el costo del metro cúbico de agua será superior al inicialmente previsto, impactando con ello la economía de la población.
La Contraloría también alerta sobre el impacto ambiental debido a las obras adelantadas en el sector Chivo Negro en el municipio de Bojacá, toda vez que se realizaron tratamientos silviculturales y siembras de especies arbóreas que hoy, ante los retrasos del proyecto, evidencian su crecimiento sobre el eje de la tubería instalada, haciendo necesario removerlos para la ejecución de los trabajos. Este tratamiento forestal podría generar un impacto negativo en la línea de base ambiental actual del sector.