Crudos relatos de víctimas de las Farc se escucharon durante el evento de lanzamiento de la CCPEV. “Nunca se tuvo en cuenta a las víctimas”, expresó Sara Morales, exguerrillera secuestrada cuando era una niña. Y Ximena Ochoa, de Fevcol, afirmó que “las guerrillas han sido empresas criminales”.
El lanzamiento de la Comisión Civil para el Esclarecimiento de la Verdad (CCEV) tuvo lugar en el salón de la constitución en el Congreso de la República. Allí se conoció el primer informe que reveló duros testimonios ocultos por la Comisión de la Verdad en donde fueron invisibilizadas las versiones de exguerrilleros que fueron reclutados (secuestrados) por las Farc cuando eran niños y de organizaciones de víctimas de ese grupo terrorista.
Durante el evento hubo dos paneles: el primero con integrantes de la Corporación Rosa Blanca, organización de mujeres excombatientes de las Farc que han denunciado centenares de casos de violencia sexual contra menores de edad; de la Fundación Manos por la Paz y de la Federación Colombiana de Víctimas de las Farc (Fevcol).
Cuando se les preguntó por los acuerdos de La Habana, Sara Morales, de Rosa Blanca, dijo que “nunca se tuvo en cuenta a las víctimas, se tomaron como sujetos pasivos”, y agregó que “toda la estructuración ante La Habana era que estos señores (las Farc) no estuvieran ante la justicia internacional, sino ante la justicia colombiana con penas mínimas”.
En el mismo espacio, Ximena Ochoa, de Fevcol, afirmó que “en Colombia no ha existido un motivo político para el delito, las guerrillas han sido empresas criminales multimodales y lo único que no han querido hacer es reparar a las víctimas”.
Luego, el vocero de Manos por la Paz, Álvaro Agudelo, habló del trabajo que vienen realizando algunos exguerrilleros para reparar el daño hecho a las víctimas. “Desde la fundación hemos realizado cerca de 60 misiones de campo, de búsqueda de personas desaparecidas y se hemos entregado 100 fosas”, manifestó.
La paz no se concretó porque la verdad no llegó
En el segundo panel, la excandidata a la Presidencia de la República y víctima de la guerrilla de las Farc, Íngrid Betancourt, se refirió a la ausencia de justicia después del Acuerdo entre el gobierno de Juan Manuel Santos y ese grupo alzado en armas.
La excongresista se enfocó en lo que esperaban las víctimas: “coincidimos con la visión de que una paz tenía que ser primero sin impunidad, que tenía que haber una justicia de toma de castigo moral y social a las conductas criminales”, dijo y manifestó que su sensación sobre la paz en el país es de fracaso, “la paz no se concretó en Colombia porque la verdad no llegó”.
Por su parte, la senadora María Fernanda Cabal celebró el lanzamiento de la Comisión y enfatizó en que “esta invitación de hoy (ayer) es para que no seamos conformes, ahora los que vamos a resistir las embestidas del comunismo somos nosotros”
Además, hizo un reconocimiento a la memoria de Herbin Hoyos y dijo que “las víctimas merecen respeto, no una imposición de una verdad sesgada como la que entregó la Comisión de la Verdad, porque la verdad no tiene dueño”.
Acto de reconciliación
Al final del certamen se presentó un hecho que dejó atónico al auditorio: Nolberto Uní Yega, excombatiente de las FARC y encargado del operativo del secuestro de Íngrid Betancourt, se reencontró con ella y le pidió perdón.
El exguerrillero pidió la palabra diciendo: “quiero pedirle perdón por su secuestro. Yo sí quería que esto se pudiera dar”. Además, narró que estuvo en la cárcel por esos hechos y luego se ha dedicado a trabajar a favor de las víctimas.
Como respuesta, Íngrid Betancourt lo perdonó y aunque dijo tener muchas preguntas, finalizó el evento diciendo “demos gracias a Dios por esto”.