El dirigente gremial tiene la oportunidad de redirigir el rumbo de los sectores de cereales, leguminosas y soya en Colombia hacia una mayor autosuficiencia, eficiencia y justicia para sus pequeños y medianos productores, en un país donde el campo y la agroindustria son vitales para el desarrollo económico y social.
Arnulfo Trujillo Díaz, recientemente designado como gerente general de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya – Fenalce, tiene importantes retos en un sector estratégico para Colombia: el agro.
Su experiencia como agricultor, líder gremial y funcionario público aporta una perspectiva integral y renovada, clave para revitalizar la producción de cereales, leguminosas y soya en el país.
La trayectoria de Trujillo en la producción de fríjoles y maíz, así como su rol de pionero en la implementación de frijol tecnificado en El Pital, le ha brindado una comprensión profunda de las necesidades y obstáculos que enfrentan los pequeños y medianos productores.
Expectativas y retos
Uno de los principales desafíos que Trujillo destaca es la caída en el área cultivada de maíz en Colombia, que pasó de 700.000 hectáreas hace algunos años a aproximadamente 400.000 hectáreas actuales.
Según Trujillo, este descenso responde a varios factores, entre ellos, la falta de competitividad frente a los precios del maíz importado, la ausencia de infraestructura de almacenamiento y secado, y las dificultades derivadas del cambio climático y la informalidad.
Para contrarrestar estas debilidades, el gerente de Fenalce se ha propuesto fortalecer la organización de los productores, fomentar la investigación en semillas resistentes y articular alianzas con países como Brasil y Argentina, donde se han desarrollado investigaciones avanzadas sobre variedades de maíz adaptadas a condiciones climáticas adversas.
Trujillo tiene claro que la clave para hacer frente a los precios bajos del maíz importado reside en aumentar la productividad local mediante tecnología, infraestructura y un enfoque en prácticas sostenibles y organizadas.
Además, se ha planteado implementar un plan estratégico a 10 años que abarque desde el fortalecimiento de las bases productivas hasta la creación de cadenas de valor que incluyan seguros de cosecha, optimización de semillas y prácticas agrícolas mejoradas.
Potencial del fríjol
El cultivo de fríjol en el país, con cerca de 85.000 hectáreas manejadas mayormente por pequeños productores, enfrenta también desafíos de comercialización y organización.
Fenalce, bajo la dirección de Trujillo, trabajará por incentivar una producción organizada y sostenible de fríjol, enfocándose en la ley de compras públicas y en promover un mayor valor agregado para los productores.
Esta estrategia permitiría a los agricultores competir en mejores condiciones y reducir la dependencia de intermediarios. Para ello, Trujillo ha enfatizado la importancia de establecer alianzas con universidades y el SENA, promoviendo así la capacitación y el fortalecimiento de las organizaciones de base.
Huila, productor de cereales
Como oriundo del Huila, Trujillo reconoce los desafíos particulares de su región en la producción de maíz, fríjol y soya.
El departamento ha sufrido pérdidas de cultivos de maíz debido a plagas y enfermedades.
Frente a esto, Trujillo propone explorar la rotación de cultivos, especialmente con soya, para mejorar la salud del suelo y reducir las enfermedades asociadas a la monocultura. Además, ha destacado el apoyo que Fenalce brindará a los productores de fríjol del Huila, mediante la entrega de equipos y la formación en gestión y mercadeo.
Camino al futuro
Trujillo llega a Fenalce tras una larga trayectoria gremial y pública, con una visión de transformar y fortalecer las organizaciones regionales y los consejos de cadena.
Su liderazgo ha sido determinante para impulsar reformas en los estatutos de Fenalce, permitiendo una mayor autonomía y capacidad de gestión a las organizaciones regionales, y consolidando la participación de pequeños productores en decisiones clave del gremio.
Entre sus logros recientes está la aprobación de la Organización de la Cadena Nacional de la Soya, que representa un avance en la articulación y asesoramiento en políticas que beneficien a los cultivadores.
Con la mirada puesta en 2025, Trujillo planea implementar un plan estratégico que aborde desde la caracterización de áreas sembradas hasta el fortalecimiento del sector en aspectos comerciales y tecnológicos.
Con la convicción de que una mejor organización y capacitación son esenciales para enfrentar los retos actuales, Trujillo apuesta por unos sectores de cereales, leguminosas y soya más competitivos, sostenibles y capaces de responder a las crecientes demandas del mercado colombiano.