El proyecto para la perforación exploratoria dehidrocarburos costa afuera se encuentra en jurisdicción de las capitanías de puerto de Barranquilla, Riohacha y Santa Marta.
La reciente solicitud de la Procuraduría a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en relación con la licencia ambiental para el proyecto de perforación exploratoria de hidrocarburos en el bloque COL-1 del Caribe colombiano, revela una serie de preocupaciones que deben ser abordadas con urgencia y transparencia.
En primer lugar, la suspensión del trámite de licencia ambiental para el único pozo de exploración de gas costa afuera genera incertidumbre y pone de manifiesto la necesidad de una vigilancia rigurosa por parte de las autoridades competentes. Así las cosas, la Procuraduría solicitó información detallada sobre esta suspensión, así como su inclusión como «tercero interviniente» en el proceso administrativo. Esta intervención es crucial para garantizar que se cumplan los principios de participación y control ambiental establecidos en la Ley General Ambiental.
La decisión de suspender el trámite sin una explicación pública clara y detallada plantea serias dudas sobre la transparencia y la correcta administración de los procesos ambientales. La falta de información accesible sobre los motivos de la suspensión y sobre las decisiones relacionadas con el proyecto de Ecopetrol subraya una deficiencia en la comunicación y el acceso a la información, que es fundamental para la confianza pública en la gestión ambiental.
Además, el pedido de la Procuraduría de obtener el expediente completo y el auto que justifica la suspensión es una medida necesaria para clarificar el estado actual del proyecto y las razones detrás de la suspensión. Sin embargo, la solicitud de que ANLA proporcione esta información en un plazo de dos días refleja una necesidad urgente de rendición de cuentas que no puede ser ignorada.
La falta de transparencia y la posible opacidad en el manejo de licencias ambientales son problemáticas porque pueden comprometer la integridad del proceso y permitir la toma de decisiones sin la adecuada evaluación de impactos ambientales. En el contexto de un proyecto de perforación exploratoria, que tiene el potencial de afectar significativamente el medio ambiente marino y costero, es imperativo que todos los pasos del proceso de licenciamiento sean claramente justificados y accesibles para el público y las partes interesadas.
