Amigo del director de la Policía: de “príncipe árabe” en Colombia a confeso asesino en Estados Unidos

El hombre que alguna vez tuvo negocios con Paris Hilton y fue atendido como miembro de la realeza en Medellín, se encuentra hoy recluido en una cárcel donde espera ser enjuiciado por ordenar el asesinato de uno de sus colaboradores.

La prueba irrefutable del distinguido estilo de vida que llevaba en Medellín, Fereidoun Khalilian, puede encontrarse en sus cuentas de redes sociales, especialmente la de Instagram, donde aparece retratado con importantes personajes de la vida política y social de Colombia.

Según el medio virtual El Armadillo, el perfil de Khalilian en varias de esos canales de comunicación e interacción, registra que es “integrante de una familia real árabe, empresario de criptomonedas, agente de espectáculos, representante de celebridades, ejecutivo de empresas tecnológicas, dueño de un sello discográfico, heredero de una fortuna, víctima de la Revolución Islámica y refugiado de guerra”.

Viviendo a cuerpo de rey

Un paseo por sus posts en Instagram pueden deslumbrar a más de uno, ya que, es consistente con la agitada vida social que debería tener una persona de su alcurnia, más aún, en un espacio geográfico que no le pertenece y donde no tiene los límites morales que públicamente impone la religión.

Precisamente, ese fue el ejercicio realizado por El Armadillo. La sala de redacción del medio se dio a la tarea de visualizar las más de 3000 publicaciones de Khalilian en esa red para tener un panorama detallado de su actividad social en Medellín y Colombia en general.

“La primera publicación en Instagram de Fereidoun Khalilian en Medellín fue el 28 de diciembre de 2021. Es una serie de videos en varios restaurantes y lo acompaña su novia, Andrea Aguilera Arroyave, una modelo, presentadora de televisión y reina de belleza que ese mismo año ganó el concurso Miss Mundo Colombia”, precisa la nota periodística.

Desde ese día, el ‘Príncipe Fred’ como se hacía llamar y su reina colombiana registraron para la posteridad lo bueno que puede vivir un acaudalado miembro de la realeza árabe en un país tercermundista: cocteles con el alcalde, escolta de la Policía Nacional, asistencia privilegiada a cambios de mando en las Fuerzas Militares, prácticas de tiro con el comandante de la IV Brigada del Ejército, entre otros que seguramente no se hacen públicos.

También se dejó ver rodando por las calles de la ‘ciudad de la eterna primavera’ en automóviles de lujo y degustando la comida de los restaurantes más costosos y exóticos, precisamente, aparece fotografiado con el exalcalde Daniel Quintero en el establecimiento comercial Okus, ubicado en el exclusivo sector de El Poblado.

“No es el típico alcalde. Probablemente sea el tercer hombre más poderoso de Columbia en este momento y marcará la diferencia ahora en su ciudad #Medellín, pero también en todo el país, si no en el mundo entero. Es uno de los hombres más increíbles que he conocido desde que estoy en Columbia”, se lee en el mensaje que acompaña el registro gráfico del encuentro entre ambos personajes.

Tras ser interrogado por su cercanía con ‘Fred’, Quintero dijo que en los dos encuentros que sostuvieron algunos elementos de la charla le generaron sospechas por lo que solicitó información a la Embajada de Emiratos Árabes sobre el personaje en cuestión y le respondieron que no hacía arte de la familia real, además, que alertó sobre eso a varios empresarios y conocidos, hechos que le costó varios mensajes groseros del falso príncipe.

Otros dos hechos del paso de ‘Fred’ por Medellín generan por lo menos suspicacia, el primero, tiene que ver con el hecho de que sus guardaespaldas privados portaban insignias falsas de una agencia de seguridad de los Estados Unidos y que el esquema fue reforzado con miembros de la Policía Nacional, como puede verse en varias imágenes colgadas en el perfil de Fereidoun Khalilian en Instagram.

Mientras que el segundo, tiene que ver con la amistad que forjó con el comandante de la IV Brigada del Ejército, general Juan Carlos Fajardo González, oficial que además de compartir espacios privados con Khalilian que incluyen visitas a la oficina del militar, recorridos por la ciudad en vehículos de alta gama y la gestión de armas de fuego para porte de sus escoltas.

“El Armadillo confirmó con una fuente de alto nivel en el Ejército que Khalilian propició los primeros encuentros con el general Fajardo para pedirle un favor: interceder por él en los trámites para comprar las armas y obtener los permisos de porte para sus guardaespaldas. Y en efecto, de acuerdo con esa fuente, luego de esas reuniones, el general puso a los escoltas en contacto con sus subalternos encargados del trámite. Después los escoltas de Fereidoun Khalilian recibieron tres pistolas de la referencia Córdova que son desarrolladas por la industria militar de Colombia (Indumil)”, precisa el reportaje.

Las razones de su ausencia en redes

A mediados de este año, su rastro se desvaneció no solo de las redes sociales, sino también de los círculos sociales en los que se movía, hasta que apareció mencionado en un noticiero estadounidense: el 23 de junio lo capturaron en Kansas, acusado de haber ordenado el asesinato de un antiguo colaborador.

Según trascendió en medios del gigante del norte, ‘Fred’ pagó una suma importante de dinero a uno de sus guardaespaldas para que acabara con la vida de un cineasta que trataba de documentar la cadena de fraudes y estafas que arrastraba tras de sí Khalilian, quien aceptó participar al principio creyendo que exponer su vida en una película podría aumentar su popularidad.

Guardaespaldas y cineasta recrearon una escena donde el segundo moría para hacerle creer a ‘Fred’ que todo estaba solucionado, sin embargo, tras varios meses de seguimiento, quedó grabado cuando hablaba del asunto, material probatorio que sirvió para arrestarlo, pero, fue liberado por problemas de competencia entre las cortes. Días después lo volvieron a capturar porque ofreció dinero a su escolta para cambiar la versión de los hechos.

Hoy, quien fuera uno de los personajes más celebrados de la vida nocturna y social de Medellín, espera en prisión por un juicio que podría mantenerlo tras las rejas 30 años.

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