Entre 2023 y lo que va de 2024, los grupos armados ilegales han reclutado al menos 16 menores de edad, con un subregistro estimado de 70 casos, aproximadamente.
En Antioquia, la preocupación por el reclutamiento de niños por parte de grupos armados ilegales ha alcanzado niveles alarmantes, según informes recientes de organizaciones de derechos humanos. En este sentido, la Defensoría del Pueblo advirtió sobre el aumento de casos en el nordeste de ese departamento, región afectada por el conflicto armado. De acuerdo con cifras de la entidad, entre 2023 y lo que va de 2024 se han reclutado al menos 16 menores de edad, con un subregistro estimado de alrededor de 70 casos, debido a que las familias de las víctimas no denuncian por temor a represalias.
“Ante esta situación, la Defensoría instó a las diez administraciones del nordeste del departamento a trabajar de manera articulada y conformar un comité de prevención y protección contra los riesgos de vulneración de derechos humanos de esta población”, manifestó el vicedefensor Julio Luis Balanta Mina.
La Defensoría del Pueblo informó que la violencia continúa en muchas áreas rurales del país, dejando a comunidades enteras vulnerables a la manipulación por parte de grupos armados ilegales que buscan reclutar a niños y adolescentes para sus filas. Estos grupos ofrecen incentivos como dinero, armas o protección a cambio de la participación de los menores en actividades ilícitas; también utilizan la fuerza, amenazas e intimidaciones para enlistarlos.
Expertos en el tema señalan que el reclutamiento de niños no solo perpetúa el ciclo de violencia, sino que también priva a estos jóvenes de su derecho fundamental a una infancia segura y una educación adecuada. Además, una vez reclutados, estos niños enfrentan un futuro incierto, expuestos a un alto riesgo de ser heridos o incluso perder la vida en enfrentamientos armados.
La Defensoría instó al gobierno colombiano a redoblar los esfuerzos para abordar este problema de manera integral, implementando políticas efectivas que protejan a los niños de ser reclutados y brindándoles apoyo psicológico y social para reintegrarlos a la sociedad.
“En un país que ha sufrido décadas de conflicto armado, proteger a los niños y adolescentes de ser reclutados por grupos armados ilegales es fundamental para construir un futuro de paz y prosperidad para Colombia”.