Alerta: crece la tensión en el Magdalena Medio por conflicto armado

La región del Magdalena Medio enfrenta una crisis humanitaria y el riesgo de desplazamientos masivos. Autoridades locales exigen acción inmediata del gobierno nacional.

El gobernador de Santander, Juvenal Díaz, lanzó una seria advertencia sobre la creciente tensión en el Magdalena Medio debido a la confrontación entre el ELN, las FARC y el Clan del Golfo. Según el mandatario, la situación podría derivar en una escalada de violencia sin precedentes.

«Tenemos un polvorín en el Magdalena Medio. En cualquier momento se puede desatar un enfrentamiento fuerte entre estos grupos, lo que generaría desplazamientos masivos y una crisis humanitaria similar a la que se vive en el Catatumbo», alertó Díaz.

La preocupación del gobernador se intensifica en un contexto de cambios en el gobierno nacional, tras la renuncia del ministro de Defensa, Iván Velásquez. En ese sentido, el mandatario regional insistió en la necesidad de que el nuevo ministro visite Santander cuanto antes para evaluar la crisis y brindar soluciones.

«Le pedimos al nuevo ministro que venga inmediatamente a Santander, que vea con sus propios ojos la magnitud del problema. La gente en esta región está en medio del fuego cruzado y necesitamos una respuesta rápida y efectiva», exigió el gobernador.

Expansión del crimen y abandono estatal

El gobernador también denunció el abandono estatal en las zonas rurales de Santander, donde muchas comunidades carecen de apoyo para mejorar sus condiciones de vida. Además, confirmó la presencia de organizaciones criminales como el Ejército Bolivariano, el Clan del Golfo y el ELN en municipios como Barrancabermeja, donde el narcotráfico y la violencia han escalado alarmantemente.

«Esperamos que los nuevos ministros vengan a Santander y se den cuenta de que aquí hay una Colombia olvidada. No pedimos que nos den todo el presupuesto, pero sí que nos ayuden a salir adelante», concluyó Díaz.

El conflicto se agudiza a nivel nacional

La situación del Magdalena Medio se suma a una crisis de seguridad generalizada en Colombia. En el Catatumbo, Norte de Santander, 38.695 personas han sido desplazadas debido a enfrentamientos entre las FARC y el ELN. Por otro lado, en el Cesar, municipios como González y La Jagua de Ibirico han recibido una oleada de desplazados. En Arauca, más de 4.000 familias están confinadas por el conflicto.

En otros departamentos como Antioquia, Cauca, Guaviare y Valle del Cauca, los ataques armados, homicidios selectivos y desplazamientos masivos continúan en aumento. La Defensoría del Pueblo ha emitido alertas sobre el deterioro de la seguridad en al menos 45 municipios.

Mientras tanto, comunidades en el sur de Bolívar enfrentan confinamientos y el uso indiscriminado de minas antipersona, lo que agrava la crisis humanitaria en la región.

El panorama de violencia que se vive en el Magdalena Medio y otras regiones del país requiere una acción urgente por parte del gobierno nacional. La falta de presencia estatal y la inestabilidad política han permitido la expansión de grupos armados y el deterioro de la seguridad.

Las comunidades afectadas esperan una respuesta inmediata y contundente para frenar esta escalada terrorista y garantizar condiciones dignas para la población civil.