El plan en redes sociales y vallas contra la ganadería colombiana, impulsado por la Alcaldía de Medellín, insulta y maltrata de manera infame a una región ganadera como Antioquia, departamento que alberga más del 11 % del inventario del país (3,3 millones de cabezas).
La campaña perversa contra la producción ganadera y los subproductos cárnicos realizada por la Alcaldía de Medellín, en cabeza de Daniel Quintero Calle, no solo irrespeta una actividad lícita que realizan 32.000 ganaderos en Antioquia y más de 650.000 productores de nivel nacional, sino que se basa en información e indicadores falsos.
“Dicha campaña, que me obligó a trasladarme a la capital de Antioquia de manera extraordinaria, se basó en la colocación de vallas de color naranja en varios sitios estratégicos de Medellín con información que no es cierta”, manifestó José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGÁN).
“Al identificar las vallas observé que la publicidad además de irreverente es maliciosa, porque quiere infundir en la sociedad paisa información imprecisa e incierta”, añadió Lafaurie quien manifestó su rechazo enfático a la campaña del alcalde de Medellín en la que desprestigia la actividad ganadera bovina de Antioquia y todo el país.
Explicó que no es justo que las vallas se refieran específicamente a 3 datos estadísticos que no son ciertos:
1- Producir 2 kilogramos de carne requiere 15.000 litros de agua.
2- 100 gramos de carne equivalen a 15,5 kilogramos de CO2.
3- El 30 por ciento del planeta se utiliza en la crianza de animales para la alimentación.
Rechaza la campaña por 6 aspectos
Lafaurie se refirió a seis aspectos fundamentales que permiten contrarrestar las mentiras de la campaña y aclarar a la opinión pública con información veraz y precisa. Estos son los siguientes:
1- La verdad es que la ganadería sostenible basada en sistemas silvopastoriles intensivos, SSPi, que se ha venido implementando en Colombia, es considerada internacionalmente como una de las mejores opciones para mitigar el cambio climático. No solo se ha convertido en un oasis de alimentación para el ganado sino en un reservorio de carbono, incluso, es un esquema que captura entre 5 y 8 toneladas de carbono por hectárea al año.
2- La información que muchas veces manejan este tipo de campañas se refieren a ganaderías de animales de engorde donde los bovinos están confinados y comen alimentos procesados que por supuesto generan más gases efecto invernadero, GEI, por el tema del metabolismo y el metano que expiden los semovientes.
3- La campaña desacredita y ofende a un departamento ganadero como Antioquia, el mayor productor de este sector de la economía en el país que alberga, incluso, más del 11 por ciento del inventario, esto es, 3,3 millones de cabezas.
Al mismo tiempo este departamento ha colonizado amplias zonas del país como Córdoba, Sucre y el Magdalena Medio -Puerto Berrio y su entorno- además de la zona cafetera, el norte de Antioquia, Caquetá y los Llanos Orientales, zonas donde el antioqueño que ha creído en la producción bovina ha tratado de hacer ganadería en otras regiones del país.
4- En Antioquia hay más de 32.000 ganaderos y buena parte de ellos viven en Medellín.
5- Este segmento de productores son habitantes de la ciudad donde el alcalde Quintero usa los recursos públicos para cuestionar una actividad lícita que genera empleo pero que al mismo tiempo, provee de proteína de alto nivel nutricional sobre todo para los niños, como es el caso de la leche y la carne.
6. En Antioquia se encuentra la cooperativa productiva más importante de Colombia que es Colanta, y lo que ha hecho esta organización durante más de 50 años de desarrollo institucional es promover la ganadería en Antioquia y el país.
“Invito al alcalde de Medellín a que reconsidere esta campaña y más bien, que me acompañe a alguno de los tantos proyectos de ganadería sostenible que hay en su departamento, junto con los técnicos en el tema para que se dé cuenta que no es cierto lo que dicen sus vallas”, puntualizó el presidente ejecutivo de FEDEGÁN.
