La exalta consejera presidencial para la Gestión Ambiental y un amplio grupo de científicos cuestionaron los criterios utilizados por el Gobierno Nacional para eliminar la prohibición de pesca que había sobre una cantidad importante de especies que se encuentran en peligro.
Varias organizaciones protectoras de animales y científicos del mar han cuestionado duramente una normatividad recientemente expedida por la Autoridad Nacional de Pesca (AUNAP), la cual, según los conservacionistas y académicos, aumenta exponencialmente el peligro de extinción de algunas especies y abriría la puerta a una caza ilegal disfrazada.
Concretamente, las críticas están dirigidas contra la Resolución # 0119 de 2024, reglamentación que contiene en su articulado la ampliación de la lista de especies marinas aprovechables como recursos pesqueros, entre estos, tiburones y mantarrayas amenazados por la pesca industrial.
El documento en cuestión se refiere a “algunas especies de tiburones y rayas marinas como recursos pesqueros susceptibles de ser aprovechados”, entre los que se encuentran: tiburón sedoso, tiburón toro, tiburón tigre, tiburón tollo blanco, tiburón martillo, tiburón martillo pequeño, tiburón zorro, tiburón zorro ojón raya látigo, raya hocicona y raya bagra.
Los científicos y protectores de la fauna y flora marina aseguran que la ampliación de este catálogo da luz verde a las empresas dedicadas a la pesca industrial para interceptar en sus faenas, sin ninguna consecuencia, a 15 de estas especies.
Duras críticas
Diego Cardenosa, doctor en Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad Internacional de la Florida, es enfático en que la normatividad expedida por el Ministerio de Agricultura a través de la Aunap desconoce lineamientos internacionales sobre la materia, además, cuestiona la poca capacidad institucional para llevar a cabo una catalogación completa del inventario de especies marinas en el país.
“El problema principal es que la mayoría de especies que se mencionan en la nueva resolución están en categorías de amenaza por la IUCN y están en el Apéndice II de CITES. Colombia no cuenta con un seguimiento pesquero riguroso, lo que dificulta la toma de medidas adecuadas y sostenibles”, advirtió Cardenosa.
Por su parte, Felipe Ladino, ecólogo de la Fundación Malpelo, señala que el documento navega sobre aguas grises por cuenta de la poca claridad y las dificultades propias de identificación de los animales capturados, dando vía libre a la ilegalidad.
“Esta resolución abre un gran vacío en las medidas de manejo sobre estas especies porque cuando los tiburones son capturados y procesados es muy difícil identificar a cuál especie pertenecen. Dentro de esta selección tenemos especies que están amenazadas (…) Esto es preocupante porque se puede estar disfrazando la captura dirigida a tiburones por medio de la pesca supuestamente incidental”, comentó el ecólogo.
Bessudo se va lanza en ristre
Otra de las que se refirió al asunto en términos bastante duros, fue la reconocida ambientalista y exalta consejera presidencial para la Gestión Ambiental, Sandra Bessudo Lion, quien en su cuenta en la red social X, cuestionó con bastante ironía la normatividad.
“Vaya manera de proteger la biodiversidad marina. ¡15 especies de tiburones y rayas dejan de ser recurso hidrobiológico y se vuelven recurso pesquero disque para poderlos proteger! ¿Cual fue el criterio para esta lista? Inadmisible @susanamuhamad @FranciaMarquezM @petrogustavo”, posteó Bessudo Lion.
A renglón seguido, preguntó sobre las sombras que mencionaba Felipe Ladino, tiene la Resolución # 0119 de 2024. “Y si cae una especie que no está en esta lista que pasa? No toman datos? Les quedó grande hacer proyectos con los verdaderos pescadores artesanales para disminuir la incidentalidad y proteger especies amenazadas y vulnerables!”, se lee en otro de los trinos.
Finalmente, mostrando evidencias, sentenció que las políticas públicas puestas en marcha por el Gobierno Nacional son contrarias a los eslóganes institucionales y las promesas hechas en campaña para ganar las elecciones.
“¡Cambiar artes de pesca destructivas y trabajar con las comunidades costeras es el reto para proteger las especies amenazadas de nuestros océanos! ¡No veo al gobierno del cambio, al gobierno ambientalista haciendo nada por la vida de la biodiversidad marina! ¡En cambio, veo en alta mar más barcos industriales saqueando nuestros mares! ¡Y mucha pesca ilegal en nuestras áreas marinas protegidas y aguas colombianas! ¡Esto NO ES SEGURIDAD ALIMENTARIA!”, puntualizó Sandra Bessudo.