Acabar Ecopetrol puede generar una crisis cambiaria de vastas proporciones: Salomón Kalmanovitz

El connotado economista dejó ver su preocupación por la forma como desde el gobierno Petro se viene difundiendo un discurso que está ocasionando devaluación en el valor bursátil y bonos de la estatal petrolera, generando pánico entre los inversionistas internacionales.

A través de su habitual columna en el diario El Espectador, el economista Salomón Kalmanovitz se sumó a las voces que están en desacuerdo con la forma como se ha presentado públicamente la política pública de transición energética. El académico es bastante incisivo en sus apreciaciones y vislumbra en su análisis un panorama nada alentador para el país en materia energética y fiscal.

“Algunos altos funcionarios de la administración Petro son devotos ambientalistas. Ellos están empeñados en detener la exploración de hidrocarburos en el país y con ello atentan contra el futuro de Ecopetrol, la empresa más grande de Colombia y la que genera casi el 60 % de nuestras exportaciones. La estatal petrolera tuvo una utilidad neta en 2021 de $16,7 billones y con los precios más altos del petróleo de 2022 proyecta obtener $34 billones”, escribió Kalmanovitz.

Advirtió a este respecto, que frenar en seco los contratos de exploración y explotación de hidrocarburos en el país, no solo significaría matar ‘la gansa que pone huevos de oro’, sino que implicaría un aumento excesivo en las tarifas de energía para todos los colombianos, agravando la situación de regiones como la Costa Caribe donde las tarifas son ya un asunto fuera de toda lógica. En Santa Marta, por ejemplo, las tarifas están 70% por encima de lo que se paga en promedio en Medellín.

No hay que perder de vista que atados a los proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos vienen atadas las Regalías. Los ingresos que recibe la Nación por ese concepto se destinan principalmente a obras de infraestructura y saneamiento básico. Algunos especialistas en estos temas estiman que para los próximos dos años el dinero de las regalías sería de 31 billones de pesos

Las críticas de Kalmanovitz, de quien se sabe milita en la izquierda desde el inicio de su carrera pública y académica, se dan en el marco de las sistemáticas declaraciones del presidente Petro y su ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, en torno a la política de transición energética del país, que de acuerdo con analistas internacionales viene afectando el valor de los bonos de Ecopetrol y la confianza de los inversionistas internacionales, cerrando posibilidades importantes de financiamiento al ambicioso Plan de Desarrollo propuesto por el nuevo gobierno.

Por ejemplo, en el pasado Congreso de Naturgás en Cartagena, al ser cuestionada por el asunto, Irene Vélez ratificó la posición que durante campaña ha tenido la Colombia Humana: “El gobierno del presidente Petro no va a firmar nuevos contratos de exploración y explotación de petróleo y gas, no sé qué parte de esa frase no han entendido”, dijo.

Así las cosas, toman más fuerza los cuestionamientos de Kalmanovitz quien fue codirector del Banco de la República, si se tienen en cuenta las señales de alarma que envió la afamada Agencia Económica Bloomberg. En un artículo de análisis publicado días pasados, explica con bastante preocupación que desde la posesión de Petro como presidente los bonos que emite Ecopetrol han perdido 900 millones de dólares de su valor.

De acuerdo con los analistas de Bloomberg “la caída del mercado bien podría presagiar un dolor económico más amplio en un país que aún obtiene más de la mitad de todos los ingresos por exportaciones de petróleo y carbón”, y, advierten que “en un rincón del mercado de bonos, donde los operadores compran y venden deuda emitida por Ecopetrol, se están gestando señales tempranas de problemas”.

Este fenómeno también se ha sentido en el valor nominal de las acciones y la rentabilidad que pueda producirle a los miles de colombianos que en su momento adquirieron los paquetes accionarios que fueron ‘democratizados’. “Las señales negativas que emiten los funcionarios aludidos sobre el futuro de Ecopetrol han propiciado la pérdida de su valor bursátil: el 13 de junio, antes de conocerse el primer resultado electoral a favor de Petro, la cotización de la acción de la estatal era de $3.300; transcurridos dos meses de mandato, al 13 de octubre, tenía un valor en bolsa de $2.210, una pérdida de un tercio de su valor”, señaló Salomón Kalmanovitz.

Esta situación no ha pasada desapercibida en el entorno académico y político nacional, pues, desde biólogos hasta economistas se siguen uniendo al debate con más dudas que certezas sobre la política de transición y con bastante preocupación sobre el futuro energético y fiscal de Colombia. Rudolf Hommes, quien ha estado muy activo en redes y medios sobre este asunto, interrogó sobre las razones del nuevo gobierno para cerrar de plano la puerta a las industrias del petróleo y el carbón.

“Me pregunto si es responsable ad portas de una posible recesión y con alta inflación oponerse a la inversión en petróleo y gas. Si el problema va a ser ausencia de empleos y caída de ingresos que para los más pobres puede traducirse en hambre, ¿por qué impedir esas inversiones?”, cuestionó el exministro de Hacienda.

Similares argumentos se escucharon en el desarrollo de laV reunión Ministerial de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA). Jeannette Sánchez,directora de la División de Recursos Naturales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), reconoció que es de suma importancia que los países de la región inicien sus proceso de transición hacia las energías limpias, pero que tales procesos deben ser graduales, porque no debe perderse de vista la importancia que el sector minero energético tiene para las finanzas públicas de algunos países, como es el caso de Colombia.

“Las ‘transiciones energéticas justas e inclusivas’, son un imperativo para los países; es decir, un activo proceso de incorporación de más energías renovables (convencionales y no convencionales) que apunten a la descarbonización de la economía. Pero con justicia, ya que no es posible dejar atrás a países de la región con economías altamente dependiente de la producción y uso de combustibles fósiles”, destacó Jeannette Sánchez.

Aunque ninguno de los especialistas se mostró en desacuerdo con la idea de descarbonizar la economía colombiana, si solicitaron que la difusión de estas políticas se hiciera de manera responsable y mesurada, porque podría a futuro generan mucho más daño del que ahora reportan analistas económicos extranjeros y nacionales. “Algunos funcionarios del Gobierno a cargo de tan delicada función se han comportado de manera infantil, caprichosa por decir lo menos, anunciando la toma de decisiones radicales sin ser conscientes de las consecuencias negativas para todos que están desatando”, denunció Salomón Kalmanovitz en su columna.

El destacado economista fue más allá y exigió al gobierno pasar de los discursos temerarios y generadores de pánico económico a las acciones concretas para iniciar la tan cacareada producción de energías limpias y renovables. “Si en verdad el Gobierno pretende embarcar al país en una transición energética hacia fuentes verdes, lo responsable es hacer primero inversiones en infraestructuras que transformen la radiación solar o aprovechen la energía eólica derivada de la fuerza de los vientos. Una vez tenga una capacidad de generación alternativa de energía, el Gobierno puede proceder a disminuir aquellas que polucionan, las térmicas que transforman aceites pesados en electricidad”, apremió Kalmanovitz.

Por último, aseguró que de seguir creciendo como bola de nieve los efectos negativos del discurso del nuevo gobierno sobre el papel de Ecopetrol y la transición energética, la recesión de la que habló Gustavo Petro podría ser una realidad inmediata.  “Lo más grave es que atentar contra la fuente principal de divisas del país puede generar una crisis cambiaria de vastas proporciones: una devaluación pronunciada, escasez y encarecimiento de importaciones incluyendo las de comida”, concluyó Salomón Kalmanovitz.