La presencia del presidente ejecutivo de Fedegán en los diálogos con el ELN, según Jairo Libreros, experto en seguridad, les ha permitido a los demás gremios y la ciudadanía entender la dinámica de este proceso.
El experto en seguridad y analista político, Jairo Libreros, manifestó que el papel negociador de José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), en los diálogos con el ELN, ha sido determinante ya que no solo ha demostrado su liderazgo político, sino que ha tenido el carácter necesario para referirse a temas neurálgicos en la mesa.
“Fijando posiciones, haciendo valer la legitimidad del Estado colombiano, pero, también, permitiendo encontrar lugares de encuentro que nos permita salir de una situación dramática de más de cinco décadas de enfrentamiento armado con esa organización”.
Libreros agregó que la presencia mediática del dirigente ganadero le ha permitido a los demás gremios productivos y a la ciudadanía, en general, entender la dinámica, a veces compleja, de un proceso de paz con un grupo armado ilegal.
Política de defensa nacional
Asimismo, el experto en seguridad enfatizó que la incapacidad del gobierno de Gustavo Petro para hacerle frente a flagelos como el secuestro, cometidos por el ELN, le está haciendo daño a las negociaciones.
“Necesitamos pensar muy bien cómo la estrategia de seguridad del gobierno se convierte en el actor que permita mayor fluidez a las conversaciones”.
En ese sentido, Jairo Libreros dijo que es urgente que se llegue a un acuerdo sobre el cese de hostilidades de parte del ELN, pero, especialmente, que el Estado, a través de políticas públicas con programas de seguridad y defensa nacional y con una intervención fuerte, efectiva y respetuosa de los derechos humanos, logre disuadir el comportamiento bélico del ELN.
“Hay que evitar que sigan cometiendo este tipo de actividades. Capturar a quienes resulten involucrados, que sean judicializados y los fiscales y jueces de la República, respetando el debido proceso, sea quienes tomen las decisiones del caso. Pero sin la capacidad de seguridad para evitar que esto ocurra, para judicializar y enfrentar, respetando las normas sobre el uso de la fuerza, difícilmente el ELN va a dejar de hacerlo. Necesitamos puntualizar ese cese de hostilidades y que el Estado brinde las garantías necesarias en materia de seguridad personal a los colombianos”.
Insubordinación dentro del ELN
Por otro lado, Libreros afirmó que el obstáculo en este proceso de paz no radica en la voluntad de un sector del secretariado de esa guerrilla que está sentado en la mesa, sino en la incoherencia e insubordinación dentro de su estructura.
“El tema que genera mucha preocupación y que termina por afectar la credibilidad del proceso y la legitimidad son los problemas de comando y control que tiene el comando central como la unidad militar que toma decisiones. Si no logran un mecanismo que unifique las decisiones que se pacten en la mesa con el accionar esto va a ser un fracaso. Pareciera que hay varios ELN dentro del ELN”.
