El 93 % de los decesos corresponde a población indígena. Este año aumentaron en un 47 % los casos de desnutrición en ese departamento.
Entre enero y el 21 de septiembre de este año, 55 menores de edad fallecieron por desnutrición y causas asociadas en el departamento de La Guajira; de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), el 93 % correspondía a población indígena.
Esta preocupante situación de seguridad alimentaria encendió las alarmas de la Defensoría del Pueblo que denunció que la misma se debe a la ausencia de políticas públicas integrales y de una respuesta sólida del Estado que permitan la construcción de planes de acción que tengan en cuenta las necesidades y contextos propios de la población indígena del departamento.
“Especialmente las que conciernen a la generación de opciones productivas sostenibles para la población más vulnerable, así como a la falta de garantías para tener un acceso continuo al agua potable con una amplia cobertura”, expresó Carlos Camargo Assis,
defensor del Pueblo.
Niños indígenas
El Instituto Nacional de Salud informó que el 93 % de los decesos por desnutrición infantil corresponde a población indígena.
Las comunidades más afectadas fueron la Wayúu (46 fallecimientos), Wiwa (3), Kogui (2) y Arhuaco (1). Además, se registra que el 83,9 % de las muertes se presentó en niñas y niños que residían en zonas rurales, y el 7,1 % de los casos correspondió a hijas o hijos de madres cuyas edades oscilan entre los 12 y 17 años.
Casos de desnutrición
Durante los nueve primeros meses de 2023 fueron notificados 1.993 casos de desnutrición aguda moderada y severa en niños menores de 5 años en el departamento, ubicándose como la segunda entidad territorial con mayor número de notificaciones. El aumento fue del 47 % en comparación con los registrados en el mismo periodo del 2022, cuando se reportaron 1.360.
El 96 % de los casos correspondió menores en estrato socioeconómico 1, y el 16,5 % se identificó como casos reincidentes, es decir, un niño que se recupera y regresa a su comunidad, pero no logra las garantías necesarias para tener un estado óptimo de nutrición y vuelve a presentar condiciones de desnutrición.
“Desde la Defensoría del Pueblo hemos verificado en terreno la vulneración sistemática de derechos como la salud; por ejemplo, municipios como Riohacha, Manaure, Maicao y Uribia no cuentan con disponibilidad, accesibilidad y calidad en la atención, establecidos tanto en la Observación General 14 del Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales como en el artículo 6 de la Ley Estatutaria 1751 de 2015”, manifestó Carlos Camargo Assis.
Llamado urgente
La Defensoría del Pueblo hizo un llamado de urgencia ante la grave situación de derechos humanos que presentan las comunidades en el departamento de La Guajira, especialmente niños que se enfrentan a diario a escenarios de inseguridad alimentaria.
“Es deber de todas las autoridades tomar medidas integrales y con una cobertura amplia de servicios, que permitan dar respuesta a las situaciones de vulneración de derechos en el departamento”, manifestó el defensor del Pueblo.
Además, instó a todas las autoridades para que den un manejo integral en casos de desnutrición aguda moderada y severa en niños menores de 5 años.
“Pedimos al gobierno nacional que, en cumplimiento de la Ley 2294, por medio de la cual se sancionó el Plan Nacional de Desarrollo, sean adoptadas acciones integrales y rutas que permitan lograr el eje transformador del derecho humano a la alimentación, el cual se estableció como uno de los ejes del actual gobierno, y en el que se expuso la importancia de lograr disponibilidad, acceso y medidas de adecuación para garantizar ese derecho”.
Igualmente, hizo un llamó la atención de la Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional y a la mesa de Seguridad Alimentaria y Nutricional de La Guajira para que, en el marco de las responsabilidades establecidas en la creación de esos mecanismos, coordiné espacios y acciones que establezcan rutas claras para la atención de la primera infancia en el departamento con un enfoque étnico, teniendo en cuenta que esa población sigue presentando la mayor afectación por desnutrición.