Aseguran que la decisión se toma luego de la creciente ola de atentados contra la Fuerza Pública y enfrentamientos por el control territorial que protagonizan los grupos armados ilegales que operan en el país. ¿Potencia turística, según el presidente Petro?
Se conoció que el Departamento de Estado de los Estados Unidos, mantuvo la calificación de Alerta 3 para viajes a Colombia. Esto significa que el gigante del norte aconseja a sus ciudadanos reconsiderar el desplazamiento hacia nuestro país, ratificando una comunicación similar emitida el pasado mes de mayo.
De acuerdo con los cánones diplomáticos la emisión de alertas de viaje se considera un mecanismo internacional bastante convencional, donde desde el gobierno alertan a la ciudadanía sobre los riesgos que puedan representar para su seguridad desplazarse hasta ciertas zonas del mundo.
La declaratoria de alerta, asegura que en Colombia se están presentando de manera frecuente situaciones complejas que pueden poner en riesgo la vida de los turistas, pues, se trata de acciones irregulares de alto impacto.
“Los delitos violentos, como el homicidio, el asalto y el robo a mano armada, están muy extendidos. Las actividades delictivas organizadas, como la extorsión, el robo y el secuestro, son comunes en algunas zonas”, advierte el Departamento de Estado.
Señala la comunicación que los “departamentos de Arauca, Cauca (excluyendo Popayán) y Norte de Santander, por delincuencia y terrorismo” deberían estar excluidos de cualquier posibilidad de visita. Además, enfatiza en las dificultades que podrían atravesar si se desplazan cerca de las fronteras: “delincuencia, secuestro y riesgo de detención al cruzar a Venezuela desde Colombia”.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos sostiene que la arremetida violenta de los grupos armados ilegales contra la Fuerza Pública y los enfrentamientos por contralar espacios para la explotación de actividades irregulares, es uno de los argumentos más sólidos de esta declaratoria de alarma.
Explica la entidad a sus ciudadanos, que los combates y atentados podrían desarrollarse en cualquier momento en “centros de transporte, mercados/centros comerciales, instalaciones del gobierno local, estaciones de Policía, instalaciones militares, hoteles, clubes, restaurantes, aeropuertos y otras áreas públicas”.
Finalmente, mantiene la prohibición a los miembros de cuerpo diplomático de llevar a cabo desplazamientos por tierra en vías departamentales y ejecutar actos oficiales cerca a zonas fronterizas.