El sector constructor muestra señales claras de recuperación pese a la caída histórica en inversión pública. Las proyecciones apuntan a un repunte de ventas, inicios de obra y una incidencia directa en la contención de la inflación.
El sector de la vivienda cerrará 2025 con un punto de inflexión clave para la economía nacional, mostrando señales de recuperación en medio de un entorno fiscal restrictivo, menor inversión pública y presiones inflacionarias.
Según el balance presentado por Camacol, en los últimos doce meses, hasta octubre, las ventas de vivienda crecieron 11,3 % y los lanzamientos 9,7 %, impulsados principalmente por el segmento No VIS.
De cara a 2026, el gremio proyecta un crecimiento de entre 5 % y 12 % en ventas, así como un repunte superior al 13 % en los inicios de obra, cifras que representarían un giro positivo para uno de los sectores más golpeados por la coyuntura económica reciente.
Tensiones fiscales
El presidente de Camacol, Guillermo Herrera, destacó que, pese a la difícil situación fiscal, la inversión pública reducida y los costos de construcción al alza, la demanda de vivienda en Colombia se mantiene firme.
“La reactivación dependerá de la capacidad del próximo gobierno para optimizar el gasto social en programas efectivos, como los de vivienda, y del comportamiento de las tasas de interés hipotecarias”, afirmó Herrera.
El represamiento generado tras la suspensión del programa Mi Casa Ya afectó con mayor fuerza al mercado VIS. Aun así, Bogotá, Antioquia y Atlántico lograron sostener el ritmo gracias a sus propios esquemas de subsidios locales.
Camacol reiteró que la ruta hacia la reactivación del sector en 2026 debe sostenerse sobre cinco pilares fundamentales: la recuperación del programa Mi Casa Ya, el impulso a un programa nacional de Reactivación para Todos, el restablecimiento de incentivos al ahorro como las cuentas AFC, la promoción de nuevos modelos de negocio en vivienda y el avance hacia ciudades ordenadas y sostenibles.
Aunque el año entrante presenta riesgos presupuestales significativos, como la reducción histórica de los recursos destinados a vivienda, las proyecciones del gremio mantienen un tono optimista frente a la capacidad del sector para repuntar en ventas, dinamizar la construcción y aportar a la estabilidad económica del país.
La inflación
La inflación anual continúa en 5,3 %, y uno de los rubros que más la empuja es Alojamiento y Servicios, que aporta 1,65 puntos porcentuales. Esto responde a que el arriendo representa el 21 % de la canasta del IPC y más del 40 % del gasto de los hogares pobres.
La oferta de vivienda nueva lleva 19 meses cayendo y en octubre de 2025 se ubicó en 156.000 unidades, 14.000 menos que un año atrás. Este desbalance entre oferta limitada y una demanda creciente —cerca de 370.000 hogares nuevos por año— ha incrementado la presión sobre los arriendos, alimentando la inflación.



