Según el exministro, la restricción a nuevos contratos de exploración, las limitaciones a proyectos no convencionales y la eventual venta de activos como Permian generan riesgos operativos, patrimoniales y reputacionales que afectan el valor de la compañía y la confianza de los inversionistas.
Un nuevo cruce entre el presidente Gustavo Petro y el exministro de Hacienda José Manuel Restrepo volvió a poner en el centro del debate el rumbo de Ecopetrol y la transición energética. Todo comenzó con un mensaje del mandatario, quien aseguró que el mercado global está entrando en una fase de desvalorización estructural del capital petrolero.
“Lo predije a ejecutivos y a la prensa y sus expertos. Viene la desvalorización del capital petrolero y creo que es irreversible. Ecopetrol no aceleró la transición a la que estaba obligada”, escribió Petro en su cuenta de X.
La respuesta de Restrepo fue inmediata y se extendió a través de ocho puntos en los que atribuyó el deterioro de Ecopetrol no al contexto internacional, sino a decisiones del propio Gobierno. En su réplica, sostuvo que la comparación con otras compañías del sector evidencia un comportamiento distinto.
“Si la afirmación del Gobierno fuera cierta, no le estaría yendo tan bien al resto de empresas energéticas, como lo muestra el análisis de Felipe Campos. El rezago de Ecopetrol no proviene de una tendencia global sino de políticas nacionales que han destruido valor, limitado la exploración y debilitado el futuro de la empresa”, afirmó Restrepo.
El exministro también cuestionó la suspensión de nuevos contratos de exploración de gas y petróleo, la prohibición de proyectos no convencionales en Colombia y Estados Unidos, y la terminación de acuerdos comerciales con socios estratégicos. Según Restrepo, estas medidas no solo redujeron oportunidades de crecimiento, sino que generaron señales adversas para inversionistas y mercados.
En otra cita extensa, el exministro criticó el manejo del gobierno corporativo durante la actual administración. “Las intervenciones directas en decisiones internas, la ruptura con buenas prácticas de gobierno corporativo, los problemas operativos y los escándalos que rodean la gestión de la gerencia nombrada por el Gobierno erosionan la confianza del mercado y afectan el patrimonio de cientos de miles de accionistas minoritarios, además del accionista mayoritario, que es el país entero”, señaló.
Finalmente, Restrepo añadió que la discusión no puede centrarse únicamente en la transición energética, sino en la necesidad de una estrategia ordenada que preserve el valor de la compañía. A pesar de sus críticas, sostuvo que Ecopetrol mantiene un potencial significativo si recupera rigor técnico y estabilidad en la toma de decisiones.
