Sentenciado a 18 años de cárcel por arrastrar, abusar y dejar inconsciente a una joven de 20 años

Los registros en video permitieron establecer la secuencia del ataque y sustentar la imputación por tentativa de feminicidio y acceso carnal violento. El sentenciado permanecerá recluido en un establecimiento penitenciario.

Un juez de conocimiento profirió una condena de 18 años y 5 meses de prisión contra Stevan Riascos Hernández, responsable de la agresión y el abuso sexual de una joven de 20 años en Buenaventura (Valle del Cauca). Los hechos ocurrieron el pasado 3 de agosto, cuando el hombre llevó a la víctima hasta una habitación de un hostal y la atacó con extrema violencia.

De acuerdo con la investigación, Riascos sometió a la mujer mediante fuerza física, la arrastró por el piso y la dejó inconsciente. Parte del ataque quedó registrado en cámaras de seguridad del establecimiento, material que fue determinante para reconstruir la secuencia de los hechos y sustentar la acusación ante el juez. Las imágenes mostraron el estado de indefensión de la víctima y la agresividad del procesado, pruebas que reforzaron la solicitud de una sanción ejemplar.

La Fiscalía imputó los delitos de feminicidio agravado en grado de tentativa y acceso carnal violento. Durante el juicio, el ente acusador argumentó que el ataque no solo configuró un intento de homicidio basado en razones de género, sino que reveló un patrón de dominio y brutalidad que ponía en riesgo la vida de la joven. El juez acogió estos planteamientos y dictó la pena intramural.

Riascos Hernández deberá permanecer en un centro carcelario para cumplir la condena, mientras la víctima recibe acompañamiento institucional. Las autoridades destacaron que este fallo envía un mensaje de rechazo contundente a la violencia contra las mujeres y reafirma la obligación de investigar y sancionar con rigor los delitos basados en género.

Finalmente, el ente investigador destacó que esta sentencia hace parte de una serie de decisiones judiciales con las que se busca fortalecer la protección de mujeres jóvenes en zonas con altos índices de agresión y violencia sexual como Buenaventura.