IED disminuye 12,1 % y presiona la estrategia económica nacional

El resultado coincide con un entorno global más restrictivo y un escenario local que no logra consolidar condiciones estables para atraer capital productivo. La caída se da pese al peso estratégico de estos recursos en productividad, transferencia tecnológica y expansión de mercados.

La Inversión Extranjera Directa (IED) registró una caída anual del 12,1 % en el tercer trimestre de 2025, de acuerdo con las cifras divulgadas por ANIF. El comportamiento refleja un debilitamiento en la llegada de capitales productivos hacia el país, en un momento en el que la competencia por inversión en América Latina se ha intensificado.

ANIF explicó que los inversionistas continúan priorizando entornos con costos eficientes, acceso a mercados ampliados y marcos regulatorios predecibles. En ese escenario, Colombia perdió terreno. La entidad destacó que, aunque la IED actúa como una de las principales fuentes de financiamiento para economías en desarrollo —al aportar empleo, tecnología y capacidad exportadora—, los flujos hacia el país no respondieron de manera favorable durante el trimestre.

El retroceso contrasta con el efecto multiplicador que usualmente genera este tipo de inversión: incrementa la formación de capital local, impulsa nuevos proyectos y fortalece la oferta exportadora. Sin embargo, la desaceleración en sectores tradicionales de recepción de IED, como energía, manufactura y servicios empresariales, sugiere que las señales de política económica no han logrado reducir la percepción de riesgo entre los inversionistas.

Analistas que han opinado sobre el asunto, coinciden en que el país necesita una estrategia más clara de inserción internacional. Aseguran que, mientras otras economías de la región han consolidado programas para atraer inversión mediante estabilidad normativa y agendas de productividad, Colombia enfrenta un cuadro en el que ajustes regulatorios, incertidumbre tributaria y menor dinamismo interno moderan las decisiones de largo plazo.

Finalmente, el resultado del trimestre refuerza la necesidad de revisar la política de atracción de capitales. La demanda global por destinos estables obliga al país a ofrecer señales más claras de competitividad si pretende recuperar el ritmo de inversión requerido para sostener crecimiento, innovación y diversificación exportadora.