Denuncia de gobernadora del Tolima pone en duda legitimidad de consulta del Pacto Histórico, Cabal exige transparencia

María Fernanda Cabal reacciona con firmeza y apoya la denuncia de la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, sobre irregularidades en la consulta interna del Pacto Histórico.


Luego de la jornada electoral para consulta atípica del Pacto Histórico, la gobernadora Adriana Matiz reveló que se modificaron los horarios electorales en su departamento para favorecer al oficialismo, una maniobra que Cabal califica como “grave atentado contra la democracia”. La precandidata presidencial exige investigación inmediata y recuerda que la transparencia electoral no es negociable: “Si se alteran las reglas del juego, el resultado carece de legitimidad”.

Este no es un caso aislado, múltiples voces regionales han cuestionado la equidad del proceso. Cabal no busca deslegitimar al adversario, defiende la institucionalidad.

Una denuncia que sacude la consulta del Pacto Histórico

En medio de las celebraciones del Pacto Histórico por su consulta interna del pasado 26 de octubre, una sombra de duda se cierra sobre la legitimidad del proceso. La gobernadora del Tolima, denunció públicamente que los horarios electorales fueron modificados de forma irregular en su departamento, con el supuesto propósito de favorecer a los candidatos del oficialismo.

Lejos de ser una crítica oportunista, la reacción de Cabal responde a un principio democrático elemental: las elecciones deben ser libres, justas y regidas por reglas claras y uniformes. Alterar los horarios de votación especialmente en zonas rurales o de difícil acceso puede influir decisivamente en la participación y, por tanto, en el resultado final.

¿Qué denunció a la gobernadora Matiz?

Según fuentes cercanas a la Gobernación del Tolima, varias mesas en municipios del Departamento se abrieron más tarde de lo establecido por la Registraduría, lo que limitó el tiempo efectivo de votación para ciudadanos que trabajan en el campo o que dependen del transporte público.

Pero lo más grave, esas mismas mesas reportaron una sobrerrepresentación inusual de votos a favor del candidato oficial, en contraste con otros municipios donde los horarios se respetaron y los resultados fueron más equilibrados.

La gobernadora Matiz, ha mantenido una postura crítica frente a ciertas decisiones del Ejecutivo. No acusó directamente al candidato ganador, pero sí puso en evidencia una posible manipulación del cronograma electoral, algo que, de comprobarse, constituiría una violación al Código Electoral.

Cabal: no se trata de quién ganó, sino de cómo se ganó

María Fernanda Cabal ha sido clara, su preocupación no es quién resultó favorecido, sino que se respeten las reglas del proceso democrático en un país donde la desconfianza en que cualquier irregularidad, por mínima que parezca, erosiona la fe ciudadana en el sistema. Además, esta no es la primera vez que se cuestiona la equidad de los procesos electorales impulsados ​​desde el gobierno. Ya en 2022, múltiples observadores nacionales e internacionales advirtieron sobre el uso de recursos de dudosa procedencia para favorecer campañas afines. Ahora, el mismo patrón parece repetirse, pero con recursos estatales.

Democracia no es solo votar, es jugar con las mismas reglas

María Fernanda Cabal no busca desacreditar al Pacto Histórico por mera oposición. Busca proteger la integridad del sistema electoral colombiano, porque si se permite que los horarios, los recursos o la logística se manipulen para favorecer a un sector, la democracia deja de ser un ejercicio ciudadano y se convierte en un espectáculo de poder.

La denuncia de la gobernadora del Tolima merece una investigación seria, independiente y transparente.

En tiempos de polarización, quien defiende las reglas aunque duela, es quien verdaderamente defiende la democracia.