La Federación Nacional de Productores de Carbón advierte una caída del 30 % en producción y exportaciones al cierre del año. Atribuye la crisis a precios bajos, altos costos logísticos y medidas tributarias del Gobierno Petro que, según el gremio, restaron competitividad al sector.
El panorama para la industria carbonífera colombiana se ensombrece. Según proyecciones de Fenalcarbón, el sector cerrará 2025 con números en rojo, tras registrar una disminución cercana al 30 % en producción y exportaciones, especialmente en el carbón térmico.
De acuerdo con Carlos Cante, presidente ejecutivo del gremio, el deterioro se debe a una combinación de factores: precios internacionales en baja, volatilidad del dólar, altos costos de transporte y una carga tributaria que, asegura, ha reducido la competitividad del país frente a otros productores.
“Con los precios actuales, los carbones del interior son inviables para exportar. Los del norte apenas logran resistir los ciclos de precios”, afirmó Cante durante la Cumbre Colombiana del Carbón que se realiza en Barranquilla.
El informe más reciente del PIB minero ya anticipaba la tendencia: en el segundo trimestre, la explotación de minas y canteras cayó 10 %, mientras que la extracción de carbón de piedra y lignito retrocedió 14,6 %.
Fenalcarbón sostiene que la crisis tiene raíces tanto de mercado como institucionales. Entre los choques que ha enfrentado el sector, Cante destacó tres: la relocalización del consumo de carbones térmicos y metalúrgicos, la caída de precios tras el repunte de 2022 y la volatilidad cambiaria y un “choque institucional” generado por cierres de puertos, restricciones a exportaciones y una “escalada tributaria sin precedentes”.
El dirigente gremial advirtió que las medidas fiscales actuales no se traducen en mayor recaudo. “Al contrario, como la producción cae, también lo hacen los impuestos y regalías”.
Según Fenalcarbón, el anticipo de renta para el sector subió del 1,6 % al 4,5 %, lo que implica pagos anticipados que superan la capacidad de flujo de las empresas. Por ello, el gremio estima que en 2026 el gobierno deberá devolver cerca de 2 billones de pesos por exceso de anticipo.
En términos fiscales, el impacto es significativo: mientras en 2024 el carbón aportó cerca de 8 billones de pesos entre renta y regalías, este año la contribución bajaría a 5 billones.
De mantenerse la tendencia, la producción y exportaciones caerían en 20 millones de toneladas, lo que representaría otros 2 billones de pesos menos para las finanzas públicas.
A pesar del impulso mundial hacia la transición energética, Fenalcarbón insiste en que la demanda por carbón persistirá al menos tres décadas más. Cante incluso advirtió que, ante la escasez de gas y el aumento del consumo eléctrico, “Colombia volverá a hablar de carbón” en los próximos años.



