Según señaló, la petrolera enfrenta una “destrucción estratégica” por falta de visión y liderazgo. Un gráfico comparativo muestra que, mientras otras petroleras crecieron, la estatal colombiana perdió más del 30 % de su valor bursátil en la última década.
El exministro de Hacienda y actual rector universitario José Manuel Restrepo Abondano, lanzó una crítica directa a la conducción de Ecopetrol, cuestionando no solo sus resultados financieros más recientes, sino también lo que calificó como un proceso sostenido de deterioro estratégico, operativo y reputacional.
A través de su cuenta en la red X, Restrepo reaccionó a recientes declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien sugirió que el modelo centrado en petróleo y gas explicaría el bajo desempeño de la empresa colombiana.
“Si dedicarse a petróleo y gas fuese la razón de que le vaya mal a Ecopetrol, también les iría mal a las demás empresas petroleras del mundo. Y resulta que no. Por el contrario, a esas otras les va muy bien y a Ecopetrol muy mal”, comentó Restrepo.
Para sustentar su posición, compartió un gráfico con datos en el que se compara el comportamiento bursátil de varias petroleras en la Bolsa de Nueva York (NYSE) entre 2021 y 2025. La visualización muestra que Ecopetrol es la única con variación negativa (–33,3 %), mientras que empresas como Petrobras (+5,1 %), ConocoPhillips (+19,7 %), Chevron (+31,0 %), OXY (+41,1 %) y ExxonMobil (+84,2 %) registraron aumentos significativos en el mismo periodo.
Restrepo enumeró siete causas internas de lo que denominó la “destrucción” de Ecopetrol: desde la negativa a firmar nuevos contratos de exploración hasta la pérdida de eficiencia operativa, el debilitamiento del gobierno corporativo y la politización del equipo humano. Según él, estas decisiones han erosionado el valor de la acción, perjudicando a miles de inversionistas y afectando el patrimonio de la nación.
“Ecopetrol va a necesitar en 2026 una verdadera gerencia con visión estratégica y un gobierno que acompañe el proyecto con más pragmatismo que ideología”, concluyó el exministro, advirtiendo que aún hay tiempo para “salvar la iguana”.
La crítica se suma a un debate creciente sobre el futuro de la petrolera estatal en medio de la transición energética, la caída de su cotización bursátil y las tensiones entre sostenibilidad ambiental y seguridad energética en Colombia.