La Fundación para la Libertad de Prensa manifestó su preocupación por un requerimiento de la Comisión de Regulación de Comunicaciones a los medios, en el que se solicita información sobre procesos editoriales. La organización considera que la medida podría vulnerar la independencia periodística y el derecho a la libertad de expresión.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) encendió las alarmas frente a una comunicación enviada por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) a varios medios del país, en la que se solicita información sobre el funcionamiento interno de sus comités editoriales y la forma en que se toman decisiones informativas.
De acuerdo con la FLIP, esta solicitud podría representar una extralimitación de funciones por parte del ente regulador y, además, una amenaza directa a la libertad de prensa.
La directora de la organización, Sofía Jaramillo, advirtió que exigir documentos internos sobre deliberaciones editoriales podría poner en riesgo tanto la independencia de los medios como la protección de las fuentes.
La fundación explicó que, aunque la CRC tiene facultades para promover el pluralismo informativo, pedir registros o actas de decisiones editoriales excede ese propósito y abre la puerta a lo que califican como una forma de “censura indirecta”.
Según la FLIP, tales requerimientos podrían generar autocensura y limitar el debate interno en las redacciones.
El organismo defensor de la prensa insistió en que existen mecanismos menos invasivos para evaluar la diversidad mediática sin interferir en la autonomía de los medios de comunicación.
Por ello, anunció que enviará una comunicación formal a la CRC solicitando explicaciones sobre los alcances y la finalidad del documento.