El ministro del Interior aseguró que el Gobierno garantizará la seguridad de embajadas y empresas estadounidenses durante las marchas. Sin embargo, su llamado a la participación “multitudinaria” fue interpretado por líderes judíos como una afrenta a las víctimas del ataque de Hamás en 2023 y un mensaje políticamente inoportuno.
La convocatoria a marchas pro-Palestina en Colombia generó un fuerte cruce entre el Gobierno y la comunidad judía, luego de que el ministro del Interior, Armando Benedetti, invitara a participar “de manera multitudinaria y pacífica” en las movilizaciones de este 7 de octubre, fecha que coincide con el segundo aniversario del ataque de Hamás contra civiles israelíes.
“Invitamos a que las marchas de mañana en apoyo a Palestina sean igual de grandes y pacíficas que las de Europa. Mañana no puede haber vandalismo. El Gobierno garantizará la seguridad de la Embajada de Estados Unidos y de las empresas estadounidenses en Colombia”, escribió Benedetti en X, enfatizando el carácter pacífico de las movilizaciones.
Sin embargo, el mensaje provocó rechazo inmediato de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia, que publicó un comunicado a la opinión pública calificando como “una afrenta moral” convocar o apoyar actos públicos en esa fecha.
“En octubre 7 de 2023, centenares de terroristas del movimiento islamista Hamás penetraron desde Gaza a Israel y asesinaron a 1.200 personas de diversas nacionalidades, entre ellos dos colombianos”, recordó el texto y a renglón seguido, precisó que “el 7 de octubre es una fecha sagrada que rinde tributo a la memoria de quienes perdieron la vida durante la matanza más grande de judíos después del Holocausto. No puede ser menos que una infamia usar esta fecha para salir a las calles”.
A este comunicado se sumó la voz de Marcos Peckel, director ejecutivo de la Confederación, quien respondió directamente al ministro: “ministro Benedetti, está usted invitando a las marchas hoy 7 de octubre a celebrar la mayor matanza de judíos desde el Holocausto, a celebrar una masacre en la que 1.200 seres humanos fueron asesinados y 250 secuestrados. ¿Esa es la potencia mundial de la vida?”.
La controversia se produce en medio de una escalada diplomática y política en torno al conflicto en Gaza, donde el Gobierno colombiano ha mantenido una posición crítica frente a Israel. Para analistas internacionales, las declaraciones del ministro —aunque centradas en promover la paz— evidencian una falta de sensibilidad simbólica en la elección de la fecha. Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron que se activaron dispositivos de seguridad para acompañar las movilizaciones en las principales ciudades, y reiteraron que el Gobierno no es convocante directo, sino garante del orden público. La comunidad judía, por su parte, pidió respeto por las víctimas del 7 de octubre y advirtió que “celebrar marchas en esta fecha es una afrenta a la memoria y a la vida».