Los conserjes rebatieron un comunicado de la Vicerrectoría que negó ataques del 21 de septiembre y exigió medidas. El pronunciamiento ocurre tras incidentes dentro y fuera del campus y una reciente explosión en inmediaciones del claustro.
La División de Vigilancia y Seguridad de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) sede Bogotá, emitió un comunicado en el que expresa “preocupación por la falta de garantías para ejercer sus funciones y por la exposición continua a riesgos personales”. Sostiene que el deterioro de las condiciones de seguridad dificulta proteger a estudiantes, docentes y visitantes, así como el patrimonio e instalaciones del principal centro público de educación superior del país.
El personal de vigilancia rechaza el Comunicado 017 de la Vicerrectoría de la sede Bogotá, al considerar que minimiza lo ocurrido el 21 de septiembre. Relata que ese día personas ajenas a la comunidad ingresaron de forma irregular al campus, fueron retiradas y, minutos después, volvieron a saltar la malla perimetral. En ese segundo acceso hubo agresiones verbales y físicas a los guardas, además del incendio de dos motocicletas utilizadas para su movilización interna.
Según los trabajadores, estos hechos no son aislados. Denuncian ingresos reiterados sin controles efectivos, daños materiales y afectación a la integridad física y emocional de funcionarios y miembros de la comunidad universitaria. Por ello, piden a la administración —encabezada por el rector— adoptar medidas concretas y sostenibles: refuerzo de puntos de acceso, protocolos claros de ingreso, herramientas adecuadas de operación y acompañamiento psicosocial.
Este pronunciamiento llega en un contexto de tensiones dentro y fuera de la universidad. En las últimas semanas se han registrado incidentes en los accesos de la Calle 26 y de la Calle 45 con carrera 30, con episodios de confrontación y bloqueos esporádicos que afectan la movilidad y la actividad académica.
A ello se suma una reciente explosión en inmediaciones del campus, hecho que encendió alertas en la comunidad y es materia de verificación por parte de las autoridades. Finalmente, la División de Vigilancia subraya que su demanda apunta a garantizar un entorno seguro para la actividad académica y de investigación.
“La Universidad Nacional debe ser un espacio de formación, investigación y convivencia”, concluye el comunicado, al tiempo que insiste en el respeto al trabajo digno y en la protección integral de quienes operan la seguridad del campus.



