Fotos con un Ferrari, un Rolex y propiedades millonarias contrastan con la vida sin cargos públicos de Miguel Quintero, hermano del exalcalde de Medellín. Testigos lo señalan como operador oculto de contratos durante la alcaldía de Daniel Quintero.
Miguel Quintero no tenía cargo oficial durante la alcaldía de su hermano Daniel, pero su nombre aparece en múltiples testimonios, fotografías e investigaciones como la figura que operaba tras bambalinas. Su poder no pasaba por despachos ni resoluciones, sino por decisiones ejecutadas desde la sombra.
Una imagen lo muestra riendo, “como lo haría cualquier malo de película de gánsters”, mientras luce un reloj Rolex cuyo valor, según El Colombiano, “oscila entre los 70 y casi 200 millones de pesos”. Otra foto lo retrata posando con un Ferrari rojo bajo techo. En un chat del 1 de marzo de 2020, escribió: “positivo el día de hoy. Grandes ligas”, acompañando la foto del carro.
Las imágenes, hoy en poder de investigadores, alimentan las sospechas sobre el origen de su fortuna. “Tanto este carro como el reloj los habría conseguido con ‘mordidas’ a cambio de la tramitación de contratos que se pagaron con recursos públicos de la ciudad”, señala el reportaje.
Además del Ferrari, Miguel figura como propietario de una camioneta Mazda 2018, un Toyota Prado 2020, una finca en Girardota que hoy valdría más de 4.000 millones, un apartamento en El Poblado cercano a los 600 millones, y un lote rural en San Vicente Ferrer.
Testigos lo ubican como el encargado informal de Metroparques, la EDU, el Área Metropolitana y el Inder. “Han sido decenas los funcionarios que relatan haberlo visto por las inmediaciones de La Alpujarra y tomando decisiones”, afirma el diario antioqueño.
Uno de los episodios más graves es el del lote de Carabineros, valorado en 45.000 millones. Un empresario denunció que fue citado en un apartamento vacío donde le ofrecieron el predio por 12.000 millones, bajo la condición de entregar “los 33.000 millones restantes… por debajo”, detalla el artículo.
Pese a que esta y otras denuncias fueron trasladadas a la Fiscalía en 2021, la investigación sigue congelada. No hay imputaciones contra Miguel Quintero, a pesar de estar vinculado a al menos 25 indagaciones sobre posibles redes de corrupción en Medellín durante el periodo 2020–2023.
Mientras la justicia permanece inmóvil, las imágenes del Ferrari y el Rolex siguen circulando como símbolos de un poder informal que, sin credencial ni despacho, habría tenido capacidad para decidir sobre contratos y beneficiar a terceros sin dejar rastro oficial. Un poder que no necesitó nombramiento, solo acceso, puntualiza la denuncia.