Un informe remitido a la Superintendencia de Servicios Públicos detalla serias denuncias contra Edwin Palma Egea durante su gestión como interventor de la empresa entre octubre de 2024 y marzo de 2025. El documento describe uso indebido de recursos en carnavales y partidos de la Selección Colombia, viajes personales disfrazados de misiones empresariales, contratación dirigida y promoción política interna.
La Procuraduría Regional del Atlántico envió a la Superintendencia de Servicios Públicos una queja anónima que detalla una serie de presuntas irregularidades de alto impacto cometidas durante la gestión de Edwin Palma Egea como agente interventor de AIR-E. Según el documento, entre octubre de 2024 y marzo de 2025, se habría tejido una red de favores personales, gasto público injustificado y uso político de la empresa bajo el disfraz de una intervención estatal.
El texto denuncia que Palma Egea nombró en cargos estratégicos a personas de su entera confianza, entre ellas Diego Acosta Osorio, Gerardo Ochoa Vega y Jon Jairo Carvajal Torres, quienes participaron activamente en la legalización de gastos suntuarios sin relación con la operación de la empresa. Se señala que estos recursos se usaron para financiar lujos disfrazados de funciones oficiales.
Uno de los ejemplos más escandalosos tiene que ver con el uso indebido de recursos para asistir a partidos de la Selección Colombia. AIR-E habría cubierto boletas VIP, transporte aéreo y terrestre, alojamiento y alimentación para directivos y familiares en encuentros celebrados en Barranquilla. Todo ello registrado bajo conceptos administrativos o de representación institucional.
Las denuncias también apuntan a gastos desmedidos durante el Carnaval de Barranquilla 2025, incluyendo alquiler de balcones exclusivos, consumo de whisky importado y vehículos de alta gama. Se vincula incluso el uso de fondos públicos a actividades de respaldo político al representante Agmeth Escaf.
Además, durante la Batalla de Flores, se habría arrendado un palco corporativo con recursos de la empresa para eventos privados, fiestas y conciertos masivos, sin justificación empresarial válida.
Poder, clientelismo y desvío de recursos
Más allá del derroche festivo, el documento revela un patrón sistemático de desvío de fondos. Se habrían realizado viajes a Santa Marta, Riohacha, Bogotá, Bucaramanga y Valledupar, presentados como misiones empresariales pero que, según fuentes internas, carecían de objetivos técnicos. En realidad, eran desplazamientos personales, cuyos costos: transporte, hoteles, comidas y reuniones privadas en restaurantes de lujo, fueron asumidos por la empresa.
En el plano político, se denuncia que dentro de AIR-E se promovía de forma explícita el respaldo al Gobierno Nacional. Críticas al Presidente estaban mal vistas, y la participación en actos públicos habría sido condicionante para mantener el cargo o acceder a beneficios laborales.
Los denunciantes documentaron movilizaciones organizadas por la empresa en Riohacha y Barranquilla, con financiación de transporte, refrigerios y material proselitista. El informe también cuestiona la permanencia de funcionarios con historial reputacional comprometido, como César Zapata Londoño —ligado a legalizaciones fraudulentas— y Jon Jairo Carvajal Torres, quien arrastra denuncias por maltrato, un accidente de tránsito bajo embriaguez y presuntos vínculos con redes de contrabando lideradas por alias “Pitufo”.
Asimismo, se advierte una posible contratación dirigida a favor de una empresa proveedora con sede en Bucaramanga, ciudad natal de Palma. A pesar de que existían opciones más económicas en la región Caribe, esta compañía fue favorecida de forma reiterada, lo que abre la puerta a sospechas de comisiones indebidas o conflicto de intereses.
Finalmente, la denuncia concluye con una solicitud explícita a la Contraloría, Procuraduría, Fiscalía y Superintendencia para que inicien investigaciones formales. Lo que se plantea no es una mera irregularidad administrativa, sino una utilización política y privada de una intervención estatal que, en vez de corregir errores, habría profundizado las prácticas que prometía erradicar.