Una investigación periodística señala que González llegó a Managua en noviembre de 2024, permaneció en la residencia oficial por meses y usó una camioneta oficial durante su estadía en el país centroamericano.
El periodista Daniel Coronell reveló que el exdirector del DAPRE, Carlos Ramón González—hoy prófugo—se alojó durante varios meses en la residencia oficial de la Embajada de Colombia en Managua.
Según su relato, González permaneció allí entre septiembre de 2024 y febrero de 2025. En palabras de Coronell, el exfuncionario “vivió… –de gorra– en la casa oficial de la Embajada de Colombia en Managua”.
La vivienda diplomática, ubicada en el barrio Las Colinas, habría sido compartida por González con el entonces embajador León Fredy Muñoz y con Óscar Muñoz Giraldo, quien fungía como primer secretario y hoy es el encargado de negocios.
Coronell resume así la situación: “los tres… con sus respectivas parejas habitaron la casa oficial… aunque solo el embajador tenía derecho a usarla”. El uso de bienes del Estado habría ido más allá del alojamiento. En ese sentido, el periodista afirma que González se movilizó “durante varios meses” en una camioneta Toyota con placas diplomáticas asignada al servicio del embajador.
Además, una vez León Fredy Muñoz dejó el cargo en febrero, González y Óscar Muñoz “tuvieron que salir a buscar casa… y la buscaron juntos”, manteniéndose en el mismo sector de Managua. Coronell también expone documentos.
Señala que existe una nota diplomática del 21 de mayo de 2025, con membrete de la Embajada, en la que se certifica que González estaba en Nicaragua desde noviembre de 2024 y se solicita “que se renueve la residencia del compañero”. La comunicación, revelada inicialmente por Noticias RCN, “está firmada por Óscar Muñoz”, hoy embajador encargado.
No sería el único oficio. El periodista asegura que hay otra carta, de septiembre de 2024, en la que el entonces embajador León Fredy Muñoz pide al régimen de Daniel Ortega reconsiderar el ingreso del exdirector del DAPRE, negado en un primer intento. En ese texto, según cita Coronell, se justificaba el viaje “con la intensión (sic) de vacacionar y tener un descanso”, y se reseñaba a González como antiguo militante del M-19.
Frente a estas revelaciones, Coronell recoge la respuesta pública del presidente Gustavo Petro, quien sostuvo en X: “en la cancillería de Colombia no hay ninguna solicitud de otorgamiento de residencia del señor Carlos Ramón González”.
La Cancillería, por su parte, afirmó que no autorizó a los diplomáticos a tramitar la residencia. Coronell contrapone esos dichos a los oficios que atribuye a la Embajada. El Reporte concluye planteando dudas sobre el uso de recursos públicos en el exterior y el papel de funcionarios que, de acuerdo con su versión, habrían facilitado estadía, transporte y gestiones migratorias a un procesado por corrupción.