Se suspendieron las mesas de diálogo con comunidades campesinas en el Puente de Boyacá por la ausencia de altos funcionarios del gobierno. Mientras tanto, el paro minero continúa en Sogamoso, Paipa y Cundinamarca, con más de 5.000 trabajadores reclamando soluciones ante la crisis del sector.
Las tensiones sociales en el nororiente del país aumentan tras la suspensión de las conversaciones entre el gobierno nacional y representantes de comunidades campesinas y de páramo en el sector del Puente de Boyacá. La decisión fue tomada por los voceros del movimiento debido a la inasistencia de altos funcionarios clave como las ministras de Ambiente y Agricultura, el director de la Agencia Nacional de Tierras y el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya.
Los líderes anunciaron que no retomarán el diálogo hasta que estas autoridades se hagan presentes, y advirtieron que el paro continuará. Se prevé que más manifestantes se sumen este miércoles al punto de concentración, incrementando la presión sobre las instituciones.
En paralelo, el paro minero en los departamentos de Boyacá y Cundinamarca cumple más de dos días sin avances significativos. Más de 5.000 trabajadores del sector del carbón permanecen movilizados en puntos estratégicos de Sogamoso, Paipa y otras zonas, exigiendo medidas urgentes frente a la crisis económica que enfrentan.
Yolman Pedraza, vocero del gremio, explicó que el panorama es crítico. “No tenemos a quién venderle el carbón. Las termoeléctricas están paradas y la política del gobierno es no exportar. Nos afecta directamente lo de Israel. Entendemos la guerra, pero el gobierno debe buscar otros mercados”, señaló.