Policía actualiza protocolo para uso de armas no letales con enfoque en derechos humanos

El nuevo manual de la Policía y el Ministerio de Defensa, construido con apoyo de la ONU y organizaciones civiles, restringe el uso de dispositivos como los tasers y refuerza el cumplimiento de estándares internacionales.

Fue presentado oficialmente el nuevo Manual para el Empleo de Armas, Municiones, Elementos y Dispositivos Menos Letales (AML), un documento que redefine el uso de estos instrumentos por parte de la Fuerza Pública y establece criterios más rigurosos en materia de derechos humanos. Esta actualización, formalizada mediante la Resolución 01840 de 2025, reemplaza el protocolo vigente desde 2021.

El manual fue elaborado con el acompañamiento técnico de la Organización de las Naciones Unidas y con la participación de organizaciones de la sociedad civil. Su objetivo principal es asegurar que el uso de dispositivos menos letales por parte de la Policía se rija por los principios de necesidad, legalidad, proporcionalidad y diferenciación, en línea con los estándares internacionales.

Principales cambios

Uno de los cambios más relevantes tiene que ver con la utilización de dispositivos eléctricos como los tasers. Según el nuevo reglamento, queda expresamente prohibido aplicar descargas continuas en áreas sensibles del cuerpo como la cabeza, el pecho y los genitales.

El nuevo manual también establece directrices estrictas para el uso de dispositivos específicos. El lanzador de proyectiles menos letales conocido como Venom solo podrá ser operado desde las tanquetas de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo), quedando prohibido su uso desde el suelo. En cuanto a los gases lacrimógenos, se prohíbe su utilización en espacios cerrados y se restringe su empleo en contextos donde haya presencia de niños, mujeres o adultos mayores. Asimismo, el uso de armas cinéticas, neumáticas, de contacto, agentes químicos y lanzaaguas deberá estar siempre debidamente justificado y ajustarse a los principios de necesidad y proporcionalidad. El manual también subraya la obligación de que el personal policial cuente con formación y entrenamiento adecuados para el manejo de estos dispositivos.

En procedimientos

El documento también introduce medidas clave en materia de transparencia y control. A partir de ahora, todos los procedimientos policiales en los que se utilicen armas o dispositivos menos letales podrán ser grabados sin restricción, lo que permitirá una mayor supervisión y rendición de cuentas. La resolución que lo reglamenta tiene aplicación inmediata y su cumplimiento es obligatorio para todos los uniformados de la Policía en el territorio nacional. Con esta disposición, las autoridades buscan reforzar la regulación sobre el uso de la fuerza, mejorar los protocolos de intervención y asegurar el respeto por los derechos fundamentales, especialmente en operativos y contextos de protesta.