El activista, antes cercano al proyecto político de Gustavo Petro, se convirtió en una de las voces más críticas del nombramiento de Alfredo Saade como jefe de gabinete. Coral denuncia una traición ética y alerta sobre el ascenso de figuras que, según él, representan lo peor del clientelismo y el autoritarismo.
Beto Coral, reconocido activista y defensor del cambio político en Colombia, ha pasado de ser un aliado del petrismo a uno de sus más severos críticos. El detonante: la designación de Alfredo Saade como jefe de gabinete del presidente Gustavo Petro.
A través de su cuenta en la red social X, Coral no ha escatimado palabras y calificativos para Saade, a quien catalogó como “un falso pastor, corrupto, mitómano y enemigo declarado de la democracia, de los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBT”.
Para Coral, quien ha puesto muchas veces sus espacios digitales al servicio de la ‘causa petrista’, este nombramiento no solo contradice los principios fundacionales del Pacto Histórico, sino que representa una claudicación ética del gobierno.
Las críticas según el influenciador no son infundadas, dadas las evidencias en entes de control y medios de comunicación: Saade ha sido señalado por promover el cierre del Congreso, atacar la libertad de prensa y difundir noticias falsas en favor del presidente. Además, está bajo investigación por presuntas irregularidades contractuales con la UNGRD, donde habría presentado informes plagiados para justificar pagos millonarios.
Beto Coral, quien en el pasado defendió a capa y espada al gobierno, ahora denuncia que “el poder se ha convertido en botín de oportunistas” y que “sin autocrítica, no hay izquierda”.
Su aparente ruptura con el petrismo no es solo personal, sino política, pues, en sus publicaciones exige coherencia, ética y respeto por las luchas sociales que dieron origen al actual gobierno. “Hoy más que nunca, levantar la voz no es dividir: es dignificar la política”, puntualizó el activista.