Una fuente cercana a Casa de Nariño indicó que la verdadera razón del retiro de la senadora Martha Peralta habría sido el descontento por el incumplimiento de un nombramiento.
Durante la plenaria del Senado del pasado 14 de mayo, en la que se debatía una de las iniciativas más importantes para el gobierno de Gustavo Petro, la convocatoria a una consulta popular, la senadora Martha Peralta, del Pacto Histórico, abandonó el recinto antes de que se realizara la votación. Su ausencia, de aproximadamente hora y media, quedó registrada en las cámaras de seguridad y ha suscitado críticas dentro de su propio sector político.
Según imágenes, Peralta salió del Senado a las 2:35 p. m., dejando constancia de su retiro ante la Secretaría. No volvió para ninguna de las votaciones posteriores, incluida la de la consulta, que se realizó a las 3:58 p. m. y resultó en una estrecha derrota para el Ejecutivo: 49 votos contra 47.
La senadora, incluso, se ausentó antes de que se votara su impedimento para participar en la apelación de la reforma laboral, que fue negado a las 2:54 p. m., 19 minutos después de su salida. Peralta sostuvo que, a pesar de la negativa, decidió no participar en el debate por razones jurídicas: ya había intervenido previamente en la decisión apelada y, por ello, consideró improcedente estar presente en la discusión.
Adicionalmente, explicó que su ausencia se debió a un quebranto de salud, concretamente a un problema en el colon que la obligó a acudir a la enfermería del Senado. No obstante, no logró regresar a tiempo para votar.
En contraste con su versión, una fuente cercana a Casa de Nariño indicó que la verdadera razón de su retiro habría sido el descontento por el incumplimiento de un nombramiento. La senadora negó esta versión y anunció una acción de tutela, alegando que no tuvo garantías suficientes para ejercer su derecho al voto.