La infraestructura, equipada con tecnología industrial, estaba destinada a la distribución internacional de droga y su desmantelamiento representa uno de los mayores golpes recientes al narcotráfico en la región. La acción fue posible gracias a la cooperación ciudadana y la articulación institucional.
Hombres del Ejército y la Policía ejecutaron un operativo en la vereda Balcones, zona rural del municipio de Santa María, Boyacá, el cual que resultó en la incautación de aproximadamente una tonelada de clorhidrato de cocaína y 220 galones de cocaína líquida.
Durante la intervención, también fueron destruidas varias toneladas de insumos sólidos y líquidos, así como toda la infraestructura y maquinaria empleada para la producción masiva de estupefacientes.
Según reportó el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, el laboratorio desmantelado contaba con 13 estructuras rústicas y más de doscientos elementos industriales, entre ellos hornos, tanques, mesas de secado, filtros, grameras y estufas, poniendo de presente la escala industrial del procesamiento. En ese sentido, precisó que el valor del complejo y los materiales incautados supera los $800 millones.
Duvar Valderrama, comandante de la Primera Brigada del Ejército, informó que la intervención evitó que los grupos criminales recibieran cerca de $3.000 millones de pesos, adicionalmente, destacó la participación ciudadana.
“Gracias a la información que nos brinda la comunidad y al trabajo de nuestros analistas de terreno, logramos identificar la posible ubicación de estos laboratorios”, señaló Valderrama.
Finalmente, el Alto Oficial destacó que en lo que va del año, las autoridades han localizado y destruido al menos seis laboratorios similares en Boyacá, afectando directamente las finanzas de las estructuras criminales.