Aunque defendió inicialmente la libertad política, María Fernanda Cabal alerta ahora sobre los riesgos de una reforma que podría desestabilizar la democracia y fortalecer al oficialismo.
En un contundente pronunciamiento durante la plenaria del Senado, la senadora María Fernanda Cabal, del partido Centro Democrático, anunció su decisión de votar en contra del Proyecto de Acto Legislativo (PAL) que habilita el transfuguismo político, pese a haberlo respaldado inicialmente en sus primeros debates. La congresista explicó que su posición, lejos de responder a intereses coyunturales, obedece a una reflexión sobre los riesgos que esta reforma representa para la estabilidad democrática.
La discusión sobre el transfuguismo, que hoy alcanzó su sexto debate, generó fuertes tensiones entre las bancadas, particularmente en medio de un ambiente político caracterizado por intentos fallidos de escisión de algunos partidos que apoyan al gobierno de Gustavo Petro.
«Me sorprende que, después de seis debates, solo ahora algunos congresistas adviertan los riesgos de este proyecto», expresó Cabal, subrayando que muchas de estas alarmas se encendieron solo cuando sectores oficialistas vieron frustrados sus intentos de reorganizarse políticamente.
Desde el inicio del trámite legislativo, Cabal votó a favor del proyecto, argumentando la defensa del derecho fundamental a la libertad política de los congresistas. Según explicó, su apoyo inicial se basaba en la necesidad de garantizar que los representantes no se vieran forzados a permanecer en partidos que, en su criterio, han traicionado sus principios o los de sus electores. «Mi voto fue un acto de coherencia con la democracia interna y la transparencia política, no un cálculo electoral», sostuvo.
La senadora insistió en que su actuación legislativa no responde a intereses inmediatos o estrategias de conveniencia, sino a una visión de largo plazo orientada a fortalecer las bases de un sistema democrático sólido.
«No legislo pensando en cálculos mezquinos de corto plazo. Pienso en reglas claras y justas que deben aplicarse para todos, hoy y en el futuro. Si cada decisión se tomara pensando en quién gana o pierde en el momento, jamás construiríamos una democracia estable», enfatizó.
No obstante, a medida que avanzó el debate, Cabal reconoció que el texto final del proyecto presenta riesgos que no pueden ser ignorados. Uno de ellos es la posibilidad, aunque no automática, de que el Pacto Histórico —coalición política que respalda al presidente Petro— intente utilizar la reforma para consolidar aún más su poder mediante la creación de listas conjuntas. «Tampoco es cierto que esta reforma habilite automáticamente al Pacto Histórico para coaligarse. Los partidos pequeños no quedaron habilitados; deberán construir una lista, como cualquiera, si quieren mantenerse competitivos», aclaró.
Dudas del proyecto
La senadora también desmintió la afirmación de que ella haya sido ponente de esta iniciativa. Aunque su nombre apareció vinculado al proyecto, explicó que nunca firmó la ponencia debido a las dudas legítimas que el texto despertó entre diversos sectores políticos. «Aparezco como ponente, pero no lo soy. No firmé la ponencia precisamente porque reconozco que genera interrogantes que deben ser escuchados», manifestó.
Finalmente, y en un gesto de coherencia con la evolución de su análisis político, María Fernanda Cabal confirmó su voto negativo frente al proyecto de transfuguismo. «Hoy le confirmo al país que, como lo había previsto, votaré NO a esta iniciativa Legislativa», concluyó.
El anuncio de Cabal adquiere especial relevancia en el contexto actual, donde las tensiones políticas entre oficialismo y oposición han escalado, y donde la reforma al transfuguismo es vista por muchos analistas como una medida que podría alterar significativamente el mapa electoral de cara a las elecciones de 2026.
Desde su curul, Cabal se mantiene firme en su papel de crítica severa del gobierno Petro, al tiempo que promueve una visión de la democracia basada en la transparencia, la coherencia ideológica y la defensa de principios sobre intereses de coyuntura. Su decisión de retirarle el apoyo al proyecto de transfuguismo refuerza su perfil como una de las voces más sólidas de la oposición, capaz de reconocer matices y de ajustar sus posiciones cuando lo exige la defensa del interés público.
Ahora, el destino del proyecto de transfuguismo queda en manos de un Senado dividido, donde cada voto contará para definir si la reforma avanza o se hunde, en medio de una creciente desconfianza ciudadana hacia las maniobras políticas que parecen privilegiar intereses particulares sobre los principios democráticos.