En manos de la Sala Disciplinaria de Instrucción de la Procuraduría General de la Nación, está el expediente que probaría las irregularidades cometidas en la polémica designación por Arturo Luna y César Manrique, miembros de la Comisión Evaluadora de Méritos.
Uno de los grandes reclamos que desde distintos sectores de la opinión y la cosa pública se le han hecho al Gobierno Nacional tiene que ver con la forma cómo selecciona a los miembros de su cuerpo diplomático, prueba de ello, son las muchas denuncias que ante los organismos competentes han presentado, incluso, congresistas del Pacto Histórico, coalición que respalda irrestrictamente al Presidente, quienes pidieron mucha más seriedad en este asunto.
Ninco Daza no cumple con los requisitos
Además de los nombramientos a dedo de Armando Benedetti, León Fredy Muñoz y Camilo Romero, todos procesados por delitos de distinto orden, también causó bastante malestar, desde que se anunció, la designación de Moisés Ninco Daza como embajador de Colombia en México.
Según trascendió en medios de comunicación, Ninco Daza, no posee título universitario, uno de los requisitos habilitantes para ostentar un cargo de tal envergadura. En su momento se supo que había cursado nueve semestres de Relaciones Internacionales en la Universidad Sergio Arboleda, alma mater que abandonó dejando pendiente algunas materias y la presentación del trabajo de grado.
Respecto de su experiencia profesional, se dijo que había trabajado como community manager de la campaña que pretendía la revocatoria de mandato del entonces alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa. Desde esa posición, informaron algunos medios, fue el coordinador de la estrategia comunicativa, es decir, encargado de estructurar los mensajes que se difundían en redes sociales.
El pasado 7 de febrero, la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular de Colombia (Unidiplo), se refirió al asunto a través de un extenso hilo en su cuenta de Twitter, advirtiendo que demandarían el nombramiento del Embajador de Colombia en México, pues, se habrían violado los parámetros legales que regulan la vinculación al cuerpo diplomático.
Oídos sordos a las advertencias
“Les contamos por qué nuestra Unión se ve en la lamentable obligación de demandar el inminente nombramiento de Álvaro Moisés Ninco Daza como Embajador de Colombia en México. #PrimeroElMerito. Solicitaremos dicha acta por derecho de petición nuevamente, para establecer las debidas responsabilidades administrativas, en tanto que dicha recomendación se ha hecho omitiendo los parámetros que establece la ley para este procedimiento”, advirtió la Unidiplo.
Los reparos se fundaron básicamente en que el hoy embajador en México no cumplía con los requisitos exigidos para ostentar tal dignidad, a saber: título profesional, título de posgrado y experiencia certificada en temas relacionados con el cargo a desempeñar.
Astrid Camelo, directora y fundadora de la firma ¡Yo quiero ser diplomático!, aseguró que la decisión de nombrar a Ninco Daza se fundamentó en una especie de simulacro que le homologaron como experiencia relacionada con las funciones a desempeñar en la Embajada.
“Le avalan el nombramiento porque participó en un Modelo de la Organización de Naciones Unidas, que es una simulación que se hace desde el colegio y carece de todo tipo de títulos”, explicó en su momento Camelo.
Varios días después, se conoció por intermedio de la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular de Colombia, que su designación se había dado a pesar de los razonamientos y desconociendo las recomendaciones que a ese respecto presentó la Rectora de la Universidad Nacional.
“Hoy conocimos, tras interponer una acción de tutela, el acta de la reunión en la que, por encima de las objeciones de @DollyMontoyaUN, @cesarmanriques y @arturolunat decidieron autorizar el nombramiento de Moisés Ninco como Embajador en México, a pesar de no cumplir requisitos”, escribió en su cuenta de Twitter la Unidiplo.
En la mira de la Procuraduría
Este martes 14 de marzo, se conoció que la indagación preliminar que abrió la Procuraduría General de la Nación el pasado 15 de febrero contra los funcionarios que avalaron el nombramiento del nuevo embajador de México, Álvaro Moisés Ninco Daza, fue remitida a la Sala Disciplinaria de Instrucción de dicha entidad, en atención a que Arturo Luna Tapia, uno de los integrantes de la comisión evaluadora, ostenta hoy el cargo de ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación.
“Según se lee en la remisión, corresponde a la Sala Disciplinaria de Instrucción determinar si abre investigación contra el ministro Luna Tapia y el director del DAFP, César Augusto Manrique Soacha, por autorizar que Ninco Daza compensara con su experiencia la falta de requisitos para ocupar el cargo de embajador, compensación que, de acuerdo con el Decreto 770 de 2005, debe tener como fundamento una “experiencia sobresaliente en el desempeño de una disciplina, ocupación, arte u oficio”, dice uno de los apartes del comunicado de prensa.
Finalmente, el documento en cuestión destaca que se deja por fuera del proceso a Dolly Montoya, rectora de la Universidad Nacional, porque atendiendo a los parámetros legales, conceptuó en contra del nombramiento de Ninco Daza por carecer de los requisitos necesarios para ostentar tal dignidad.
“Se advierte en el auto que, la rectora de la Universidad Nacional, Dolly Montoya Castaño, se apartó del concepto de los otros miembros de la Comisión, al manifestar que no encontraba suficiente mérito en los estudios universitarios no terminados de Ninco Daza. Y sobre su experiencia laboral, expresó que no era la indicada para el papel fundamental que asumiría, si se tiene en cuenta la responsabilidad con México y la importancia como aliado comercial, político, económico y cultural, entre otros”, se lee en otro de los apartes del comunicado de prensa.