El resultado que dio a Daniel Noboa una ventaja de casi 12 puntos ha generado tensiones políticas y cuestionamientos sobre la legitimidad electoral, aunque sin pruebas documentadas de irregularidades generalizadas.
La noche del pasado 13 de abril pasó lo que las encuestas anticipaban: una segunda vuelta presidencial reñida, no obstante, el conteo oficial sorprendió a muchos, sobre todo a los opositores, porque Daniel Noboa se impuso con el 55,6% de los votos, superando por casi 12 puntos porcentuales a su rival, Luisa González.
Este margen, inesperadamente amplio para quienes aspiraban a suceder a Noboa, ‘encendió’ las alarmas en el movimiento político que sigue la línea de Rafael Correa, quienes denunciaron un “fraude grotesco” y se negaron a reconocer la derrota.
Igual actitud que fue asumida por el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien sin mostrar un solo elemento de prueba insinuó que las elecciones en el vecino país habían sido cooptadas y, arremetió contra el Ejército de ese país.
“La OEA señala irregularidades en las elecciones del Ecuador. En siete provincias se decretó el estado de excepción. El ejército dirigió la jornada electoral, las mesas durante las elecciones, y el conteo de votos No hay elecciones libres bajo estado de sitio. No puedo reconocer las elecciones en el Ecuador”, escribió Petro en su cuenta de X.
No obstante, horas después de la publicación de Petro, las misiones de observación de la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA), presentes en más de 200 puntos del país, descartaron de plano cualquier indicio de fraude, dejando sin piso lo dicho por Petro.
“La Misión no tuvo conocimiento de documentación alguna que sustente las denuncias de irregularidades generalizadas”, se lee en el informe que puso fin al acompañamiento imparcial a los comicios.
Gabriel Mato, jefe de la misión de la UE, fue más allá de lo dicho a través del boletín informativo y exigió a los opositores evidenciar las falencias en el proceso. “No hay ningún elemento que pueda respaldar esa narrativa de fraude en estas elecciones”, aseguró.
Finalmente, ambas misiones coincidieron en que la jornada electoral transcurrió con normalidad y transparencia, señalando que los equipos observadores cotejaron actas de votación en las mesas y verificaron que los datos transmitidos coincidieran con los recibidos por los partidos y autoridades electorales.