Lafaurie espera que participación de víctimas y sociedad civil en diálogos con el ELN consoliden una paz estable y duradera

En diálogo con el periodista Yamid Amat, el integrante del equipo negociador con el ELN, José Félix Lafaurie Rivera, afirmó que la participación de la sociedad civil en el proceso será uno de los puntos más importantes a desarrollar en este segundo ciclo.

Luego de instalado el segundo ciclo de negociaciones de paz con el ELN que se lleva a cabo en México, se hizo oficial por parte de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y la Unidad para las Víctimas la llegada a la mesa de los sobrevivientes del conflicto armado colombiano.

De acuerdo con la información dada a conocer por funcionarios y varios de los negociadores, se iniciarán mesas de trabajo sectorizadas donde se conocerán en primera persona las inquietudes que las víctimas tienen en torno al proceso y las formas en que se garantizará su participación en la mesa de diálogos que adelanta el gobierno colombiano con la guerrilla del ELN.

Son en total ocho las regiones que participarán en la construcción de éstos mecanismos de intervención en las negociaciones y en el que se vinculará inicialmente a las mesas de víctimas.

El ciclo avanza de acuerdo con la agenda

Sobre el particular, José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y quien hace parte de la Delegación Negociadora del Gobierno con esa guerrilla, explicó que aunque lento, este segundo ciclo avanza de acuerdo a lo establecido en la agenda, lo que propiciará la intervención de la sociedad en el proceso.

“Vienen los temas de participación, acuérdese que la agenda que se había negociado en Quito con Santos tiene seis puntos y el primero es participación de la sociedad civil y eso básicamente va a tener dos elementos esenciales: regiones y segundos temas, es decir, temáticas sectoriales”, comentó Lafaurie en diálogo con el periodista Yamid Amat.

En ese mismo sentido han sido los comentarios del alto comisionado para la Paz, quien ha dicho en medios de comunicación que estos escenarios de discusión y concertación serán determinantes para que se desarrolle uno de los puntos de la agenda de negociación y en el que deben estar inmersas las zonas del país que durante décadas han tenido que sufrir los embates del conflicto y cargar con el dolor de las víctimas.

Las conclusiones y propuestas que resulten luego de las jornadas de trabajo se convertirán en insumos para que ambas delegaciones: Gobierno y guerrilla, acuerden lo más conveniente al momento de definir e implementar acciones humanitarias.

Atender la realidad de los territorios

Lafaurie comentó en el programa Pregunta Yamid que, aunque no hay certeza de las zonas del país donde se llevarán a cabo las jornadas de concertación ni tampoco las metodologías a utilizar, lo más probable es que se prioricen las regiones en atención a la forma como se ha desarrollado el conflicto armado a lo largo de los años.

“[Participarán en la mesa principalmente] las regiones donde verdaderamente ellos tienen acumuladas sus luchas sociales, ambientales, económicas, políticas: Arauca, Catatumbo, Chocó, Vichada. Aún no está resuelto si se trae la mesa aquí o se llevan allá y en qué condiciones se trae”, expuso el dirigente gremial.

En ese sentido, Lafaurie fue enfático en que se deben atender a las realidades de los territorios, propiciando un verdadero cambio en el modus vivendi para que puedan consolidarse entre otras cosas, el abandono progresivo del narcotráfico y el cese al fuego.

“De esas reuniones tienen que salir ideas, pero ideas transformadoras de la realidad. Por ejemplo: si usted tiene coca, le interesaría participar de un proyecto productivo sembrando palma, pero integrándose a la transformación de la palma en aceite para que usted pequeño campesino no gane como palmero, gane como aceitero, cambie su vida”, aseguró José Félix Lafaurie

Finalmente, el dirigente gremial y delegado negociador espera que participación de las víctimas y sociedad civil en la mesa de diálogos pueda generar ideas que ayuden a las regiones a consolidar dinámicas reales de desarrollo y permitan el establecimiento de una paz estable y duradera.

“Hay que llegar a esas zonas con ideas concretas sobre lo que debería hacerse en el territorio y ayudar a ese diálogo, porque si se abre la posibilidad de asambleas deliberativas, es posible que se arme el sancocho nacional y el país no avance. Estos diálogos no pueden terminar en más de lo mismo”, puntualizó Lafaurie Rivera.