Petro como economista debería saber aplicar la regla de los tiempos de crisis: la imprescindible cautela

Crear un consejo económico exclusivamente con 3 de los codirectores nombrados por él, en la junta del Banco de la República, no es usual de un jefe de Estado y no tiene buena lectura en los mercados.

Foto: presidencia.gov.co

A los interminables ruidos ocasionados por el presidente Gustavo Petro, que tienen en gran incertidumbre a la economía nacional y, a los diferentes centros de estudios, con la firme proyección de depreciación de la tasa de cambio, la reunión privada que tuvo con sus recién nombrados codirectores en la junta del Banco de la República es un elemento más de nerviosismo.

Que el primer mandatario se reúna exclusivamente con 3 de los codirectores -los recientemente nombrados los economistas Laura Carla Moisá Elicabide, César Giraldo Giraldo, y los acompañaban Olga Lucia Acosta- y el ministro de Hacienda, Diego Guevara, que hace parte de la junta del Emisor, no tiene buena lectura en los mercados. 

Esto es de perogrullo sobre todo tratándose de un presidente de la República que tiene la formación de economista y que conoce las posibles consecuencias de un hecho tan sensible como el citado.

Por no acudir a la cautela surgen los ruidos que no tienen fronteras y cada evento se constituye en un riesgo adicional. La muestra está en la recomendación del J. P. Morgan, -el banco más importante de los EE. UU.- de buscar otros destinos de inversión diferentes a Colombia y, la atribuye, a los riesgos asociados con la implementación de la reforma pensional y las dificultades de caja del Gobierno.

Depreciación de tasa de cambio

Situaciones como esta solo generan cada vez mayor desestabilización, unidas a las que ya han generado las diferencias y los continuos desafíos contra el gobierno de Estados Unidos.

Sin duda los efectos en las predicciones macroeconómicas de los diferentes agentes de los centros de pensamiento y de entidades financieras, con el tiempo se observarán.

A la advertencia de Fedesarrollo en su última Tendencia Económica de un 2025 con depreciación de la tasa de cambio, se suma la reciente Encuesta Financiera en la que los analistas consideran que la tasa de cambio en febrero se ubicará en un rango entre $4130 y $4200, con $4150 como respuesta mediana.

Incluso para diciembre de 2025, los analistas esperan una tasa de cambio de $4300, lo que representa una notable disminución frente al pronóstico del mes de enero que fue de $4389.

¿Se percibe entonces que observa una menor volatilidad en la cotización de la TRM y mayor fortaleza de la moneda? ¿Quién podría responder esa pregunta?

En el mismo sentido opina Corficolombiana en su último informe macroeconómico al afirmar que el peso colombiano ha mantenido una notoria apreciación, que en lo corrido de 2025 va en 6,9 % superando ampliamente la apreciación de 5,2 % que registran otras monedas latinoamericanas, según el índice LACI.

Cautela avisada…

Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, se refirió en febrero pasado a que en los últimos años, el Emisor, adelanta una política monetaria fuertemente restrictiva para bajar la inflación, incluso más restrictiva que la de países como Chile o Perú, en los que la inflación enfrentó menos restricciones para bajar.

Durante los últimos 21 meses, dicho índice ha caído en más de 8 puntos porcentuales hasta el nivel de 5,2 % en el que se ubicó en el pasado mes de enero.

“En 2024 cumplimos 4 años con inflación por encima de la meta, lo cual hace que para la credibilidad del Banco y de su estrategia sea particularmente crítico que logremos cumplir en 2025”, reiteró.

Advirtió que los riesgos de una inflación para finales de 2025 mayor a la que se esperaba hace unos pocos meses, están vinculados en parte a fenómenos internacionales, tales como la perspectiva de una guerra comercial a nivel global liderada por fuertes aumentos arancelarios por parte de los EE. UU. Esa misma perspectiva ha hecho que las expectativas de reducciones en las tasas de interés por parte de la FED sean bastante más limitadas y que las tasas de interés globales a plazos largos sean actualmente mayores de que veíamos un año atrás. 

Durante los últimos meses de 2024 se observó una depreciación importante de las monedas de economías emergentes como Colombia con respecto al dólar, con implicaciones que podrían presionar al alza la inflación en nuestros países. 

Aunque este fenómeno se ha revertido parcialmente desde comienzos de enero, solo el tiempo nos dará mayor claridad sobre su persistencia.

Tasas de interés

En cuanto a las tasas de interés el gerente del Emisor destacó que bajó las tasas de interés del 13,25 % hasta 9,5 % en diciembre de 2024 pero que en adelante continua con un manejo totalmente cauteloso.

Por su parte la Asociación de Instituciones Financieras, Anif, prevé una tasa de interés de 7,25 % para cierre de 2025, con recortes más moderados que los anticipados inicialmente, buscando equilibrar precios y crecimiento.