Amelia Cotes denunció que Juan Fernando Cristo la declaró insubsistente por solicitar investigar a fondo el origen de las transferencias que recibe desde el exterior una iglesia cristiana en Cúcuta. El cargo lo ocupa un militante del partido Colombia Justa y Libre, cercano al pastor cuyos hijos fueron condenados por lavado de activos en Estados Unidos.
Un fallo de tutela ordenó el reintegro de Amelia Cotes, quien desde el inicio del gobierno Petro estuvo al frente de la Dirección de Asuntos Religiosos, dependencia adscrita al Ministerio del Interior.
El caso de la abogada costeña trascendió a la opinión pública luego de que una publicación suya en redes sociales se hiciera viral, habida cuenta de su aparición en la lista de aspirantes a la Defensoría del Pueblo.
Según comentó Amelia Cotes en entrevista con la Revista Cambio, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo se molestó porque solicitó que se iniciara una averiguación exhaustiva a los giros que desde el exterior recibía un pastor cucuteño, cuyos hijos fueron condenados en Estados Unidos por lavado de activos.
La decisión del juez acepta los argumentos de Cotes para explicar por qué su despido fue injustificado y protege los derechos al debido proceso, trabajo, estabilidad laboral reforzada y la dignidad de ella y su núcleo familiar.
Cotes siempre dijo que la arbitraria decisión de Juan Fernando Cristo llegaba justo en uno de los peores momentos de su etapa de recuperación posparto, luego de un embarazo altamente peligroso. Igualmente, aseguró que era ella el único sustento de su familia.
En la providencia se ordena al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, reintegrar en un término de 48 horas a Amelia Cotes en un cargo de igual o superior jerarquía al que ostentaba antes de ser declarada insubsistente, además, la entidad deberá pagarle los salarios dejados de recibir y la seguridad social.
Modus operandi patentado
Las órdenes impartidas por el juez de tutela suponen ahora un problema para Juan Fernando Cristo, pues, en el cargo que antes ostentaba Cotes, nombró a una persona cercana al pastor y la iglesia que se sospecha es utilizada para el lavado de activos.
Esta no es la primera vez que el gobierno Petro, que se eligió con un discurso en defensa de la clase trabajadora, tiene que reversar una decisión de ese tipo, es decir, violatoria de los derechos de los trabajadores.
A mediados de enero de este año, un juez también ordenó a Colpensiones reintegrar a una trabajadora que había sido despedida por denunciar el acoso laboral del que venía siendo objeto por parte de sus superiores.
En el trámite del proceso, el operador judicial descubrió que la actuación disciplinaria abierta tras las denuncias se archivó en tiempo récord, violando el derecho al debido proceso, además, que el despido, por la cercanía con el archivo de la actuación, estaban directamente relacionados.
Más recientemente, Gustavo Bolívar fue sujeto de un fallo de desacato por no reintegrar a un funcionario del Departamento de Prosperidad Social en Santander que había sido despedido injustificadamente.
Ese fallo, protegió el derecho ala salud del funcionario, quien habida cuenta de su afección goza de estabilidad laboral reforzada, la cual fue desatendida por Bolívar, quien, no solo incumplió la orden judicial, sino también, nombró a otra persona en ese cargo.
Otro de los que ha sido mencionado más de una vez como responsable de acoso laboral y hasta violencia de género, es el gerente de RTVC, Hollman Morris, quien, según denuncian varias mujeres, instauró un régimen de terror psicológico y de hostigamiento permanente. En menos de un año, las ejecutivas más importantes del Sistema de Medios Públicos han renunciado a sus cargos.
Finalmente, es importante mencionar que todos estos eventos dejan al descubierto que el actual gobierno es bueno en la plaza pública y la ‘marcha pacífica’, pero pésimo a la hora de acatar las leyes y órdenes judiciales, sobre todo, de quienes por X o Y, aun siendo de la misma corriente ideológica, les resultan incómodos a sus planes.
“Mi muy respetado Presidente @petrogustavo ante tantas denuncias públicas y el silencio de los que pensé aliados, hoy recibí justicia por parte del Tribunal Superior de Bogotá en segunda instancia. Esta victoria jurídica que recibo con nobleza, espero sirva para impulsar el verdadero cambio para las mujeres. Una vida lejos de la violencia de género y de la discriminación laboral por la maternidad”, puntualizó Amelia Cotes a través de su cuenta en X.