Los trámites están dilatando significativamente los tiempos de implementación de proyectos cruciales para la seguridad energética del país.
El licenciamiento ambiental y las consultas previas están provocando serios retrasos en la ejecución de proyectos energéticos clave en Colombia, advirtió Germán Castro Ferreira, contralor Delegado de Minas y Energía. Según Castro, estos trámites se han convertido en un «cuello de botella» que está dilatando significativamente los tiempos de implementación de proyectos cruciales para la seguridad energética del país.
Un caso emblemático es la suspensión del licenciamiento ambiental del proyecto Komodo 1, ubicado en aguas ultra-profundas del Caribe, ordenada por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) el 26 de julio pasado. Esta medida podría causar retrasos superiores a un año en la ejecución del proyecto.
Por su parte, Carlos Hernán Rodríguez Becerra, contralor general, si bien reconoció la preocupación por el impacto ambiental de los proyectos energéticos, argumentó que siempre habrá algún grado de afectación. En ese sentido, instó a reflexionar sobre el equilibrio entre los riesgos ambientales y la necesidad de desarrollar infraestructura energética.
Entre tanto, Luz Estella Murgas, presidenta de Naturgas, hizo un llamado al gobierno nacional para que defina claramente su apuesta por el gas natural como herramienta para reducir la pobreza y acelerar la transición energética. Frank Pearl, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, cuestionó la definición global de una «transición energética justa», señalando que las naciones más ricas ya han resuelto sus desafíos de diversificación económica y pobreza.