Atentando en Jamundí: Petro ejerce activismo global por la paz mientras la violencia persiste en Colombia

El atentado terrorista de las FARC en Jamundí, Valle del Cauca, deja en evidencia la nula efectividad del gobierno nacional para abordar el conflicto interno sigue afectando al país.

El presidente Gustavo Petro ha sido objeto de contundentes críticas ya que, en medio de su activismo global por la paz, la violencia continúa desgarrando a Colombia, tal como ocurrió en la mañana de este 12 de junio cuando la guerrilla de las FARC activó una motobomba en el centro de Jamundí, en el Valle del Cauca, afectando gravemente a tres policías y varios civiles.

Mientras el jefe de Estado colombiano acaba de iniciar un periplo por Europa para abogar por el cese de hostilidades bélicas entre Rusia y Ucrania, Israel y Palestina, su nula efectividad para abordar el conflicto interno sigue afectando al país.

“Mientras Petro llega a Europa para hablar de paz los terroristas de Iván Mordisco FARC, atacan con motocicleta bomba el centro de Jamundí –Valle”, publicó la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal.

En varios discursos en foros internacionales, Petro ha enfatizado la importancia de la paz y la reconciliación en Colombia, instando a la comunidad internacional a apoyar los esfuerzos de pacificación. Sin embargo, la ciudadanía argumenta que su retórica no se traduce en acciones concretas para poner fin a la violencia en su propia nación.

“El Valle y el Cauca no aguantan más su desidia, su abandono y su incompetencia. No es posible que se le esté entregando el territorio, que tanto tiempo le costó a los colombianos recuperar, a bandidos, terroristas, narcotraficantes y asesinos”, fue el mensaje que Juan Felipe Murgueitio, concejal de Cali, les envió al presidente y su ministro de Defensa, Iván Velásquez.

La crítica se intensifica en medio de una escalada de ataques terroristas perpetrados por grupos armados ilegales, especialmente las FARC y el ELN. Mientras Petro llama la atención sobre la necesidad de la paz a nivel global, muchos se preguntan por qué no está haciendo más para abordar la violencia en su propio país, donde las comunidades continúan sufriendo las consecuencias del conflicto armado.

Los críticos señalan que la situación en Colombia requiere más que discursos inspiradores y llamados a la acción internacional. Piden a Petro que, así como no pierde oportunidad para exigir el cese del conflicto en la Franja de Gaza, demuestre un compromiso más firme y acciones concretas para negociar un acuerdo de paz significativo con los grupos armados, así como para abordar las causas subyacentes del conflicto.

“No son imágenes de la Franja de Gaza, quizá es por eso que al gobierno de Petro no le genera ningún tipo de empatía. El atentado de hoy en Jamundí dejó varios heridos. Son imágenes de un pasado violento al que el país regresó por el abandono de Gustavo Petro”, reclamó el congresista Miguel Uribe.

La discrepancia entre el activismo global de Petro y la persistencia de la violencia en Colombia ha avivado un intenso debate sobre su liderazgo y su capacidad para enfrentar los desafíos internos del país. Mientras continúa su defensa por la paz en el escenario mundial, la presión aumenta para que también actúe en casa y promueva una paz genuina y duradera en Colombia.