El Senado estudiará cual es el impacto socioeconómico que produciría prohibir la exportación de animales.
La Comisión V aprobó una propuesta que busca escuchar las opiniones de todos los que intervienen en la cadena productiva cárnica colombiana antes que se realice el primer debate al Proyecto de Ley 103.
El 20 de julio a través de su cuenta de Twitter la senadora por la Alianza Verde y Centro Esperanza, Andrea Padilla Villarraga, anunció la radicación de un proyecto de Ley tendiente a prohibir la exportación de ganado en pie desde Colombia. “Sí señores y señoras: ¡el primer proyecto de ley radicado en el Senado, período 2022, es en defensa de los animales! ¡Arrancamos!”, trinó.
La iniciativa que quedó rotulada como Proyecto de Ley 103 de 2022: “Por el cual se prohíbe progresivamente la exportación marítima de animales en pie con fines de consumo y se dictan otras disposiciones”, propone un tope máximo de exportación de 200.000 animales y a partir de ahí ir reduciendo progresivamente las cantidades hasta llegar a cero en el 5 año de expedición de la norma.
Los mismos argumentos de un proyecto archivado
Si bien el articulado contempla un Plan de reemplazo de la exportación de animales en pie, no se encuentran elementos que permitan inferir el alcance del mismo ni los recursos a invertir por parte del Gobierno Nacional a través de los ministerios de Agricultura y Desarrollo Rural y Comercio, Industria y Turismo, comisionados de la formulación y publicación de la estrategia.
Los argumentos para la prohibición de las exportaciones de ganado en pie desde Colombia son exactamente los mismos que presentara el Proyecto de Ley 270 Cámara, archivado en 2021. Al examinaras al detalle, parecen ser más valoraciones subjetivas que pruebas concretas sobre la crueldad del viaje y el incumplimiento de los estándares nacionales e internacionales de bienestar animal.
Andrea Padilla y todos los senadores que la acompañan en esta cruzada por el ‘Bienestar animal’ y contra la ganadería colombiana, se limitan a enumerar varias situaciones adversas del transporte marítimo como, por ejemplo: la antigüedad de los buques cargueros teniendo como fuente de tal apreciación estudios de hace 10 años; eventos climáticos que trastornan cualquier tipo de transporte; enfermedad y muerte por hambre y deshidratación, pero sin hacer referencia a incidentes en buque o buques salidos desde puertos nacionales o, la ausencia de supervisores y veterinarios durante el viaje, afirmación que a todas luces desconoce lo previsto por la Resolución No 097977 de 2021 expedida por el ICA y que regula esta actividad comercial.
En días recientes, Francisco Osorio Martínez, director técnico de cuarentena del ICA, dejó sin piso varias de las razones esgrimidas por los sectores animalistas que impulsan el proyecto de ley. En entrevista con Caracol Radio advirtió que los funcionarios del instituto están presentes en todas las etapas del transporte: “Tenemos procesos de verificación desde los predios donde se encuentran los animales, en los vehículos de transporte hasta el sitio de la salida, en el buque ya cuando están instalados los animales y a lo largo del viaje”.
Estudiarán impacto socioeconómico
Marcos Daniel Pineda, senador por el Partido Conservador, presentó una proposición ante la Comisión V, encargada entre otros asuntos, de velar por el régimen agropecuario; ecología; medio ambiente y recursos naturales, para conocer la postura de todos los representantes de los eslabones de la cadena cárnica en Colombia. “¡La prohibición de la exportación de animales en pie ocasionaría una crisis sin precedentes en el sector ganadero de Colombia! Radicamos una proposición para realizar una audiencia pública sobre este tema en la #ComisiónV del @SenadoGovCo”, trino el congresista cordobés.
Esta audiencia pública contará con la presencia de productores, gremios, comercializadores, empresas exportadoras, frigoríficos y los Ministros de Agricultura, Comercio, Industria y Turismo y director del ICA como representantes del gobierno nacional, y se llevará a cabo antes de surtirse el primer debate de la iniciativa en comento.
Asegura Marcos Pineda que la idea es escuchar “el sentir del sector ganadero, preocupado por el trámite de una iniciativa legislativa que prohíbe la exportación de ganado en pie” y adelanta como primicia que en oposición al que quiere prohibir, en los próximos días presentará “un proyecto de ley, con el cual se pretende reglamentar y regular la exportación marítima de ganado en pie”.
Pequeños productores los más afectados
Dadas las cifras de exportación de ganado en pie de último semestre y los números positivos que ha venido arrojando para el sector productivo, la aprobación de una iniciativa legislativa que elimine esta actividad comercial en cinco años sería un gancho al hígado no solo al sector sino a toda la economía nacional, teniendo en cuenta quiénes serían los más afectados y la participación de la ganadería en el PIB Agropecuario, pecuario y Nacional.
Contrario a lo que se cree, el hato ganadero colombiano es de pequeños productores, empresarios que sentirían con mucho más rigor los efectos de la prohibición que se pretende con el Proyecto de Ley 103. El Censo Nacional Bovino 2022 realizado por el ICA destaca que en Colombia existen 509.317 fincas con una población de 50 animales o menos, lo que significa un 81,8 % del total nacional, contrastando con las 6.957 que tienen más de 500 reses y representan tan solo el 1%. Es pertinente destacar en este punto, que de acuerdo con estadísticas oficiales la ganadería contribuye con el 1,4 % del PIB nacional, aporta el 21,8 % del PIB agropecuario y el 48,7 % del PIB pecuario.
Finalmente, señalar que son 1,06 millones de empleos directos y un poco más de 2 millones indirectos los que podrían estar en riesgo con la aprobación de esta iniciativa, es decir, peligra el 6 % del empleo nacional y el 19 % del empleo agropecuario y si a eso le sumamos los trabajadores del sector transporte que participan en este actividad comercial, el problema que se puede crear es de marca mayor y difícil, por no decir imposible de contener con Plan de reemplazo del que no se dan detalles técnicos ni de viabilidad financiera.
